PANAMÁ.- El lunes próximo se conmemorarán 25 años de la muerte del general Omar Torrijos Herrera, quien falleció en un accidente aéreo en 1981, al chocar el helicóptero en que viajaba sobre el Cerro Mata, en el centro de esta capital. El enigmático líder popular panameño, es considerado por muchos como el último gran caudillo centroamericano y el hombre que obtuvo el reconocimiento de la soberanía de Panamá sobre la antigua Zona del Canal, otrora colonia de Estados Unidos en el istmo.
También es recordado por encabezar un gobierno militar que duró 21 años, en el que hubo represión en contra de los opositores a su régimen.
Con la participación de varios ex gobernantes latinoamericanos, entre ellos Alfonso López Michelsen, que lideró Colombia entre 1974-1978, y Robert Pastor, asesor del presidente estadounidense Jimmy Carter, quien firmó con Torrijos los acuerdos del canal vigentes desde 1979, se realizará este lunes un acto simbólico en honor al ex general en el Centro de Convenciones ATLAPA.
Sin embargo, fuera de las actividades oficiales que efectuará el gobierno de turno, la población no ha tomado interés por la fecha.
Paradójicamente, uno de los hijos del general, Martín Torrijos Espino, es hoy presidente de Panamá y enfrenta un duro reto que es la aprobación popular en referendo de la ampliación de la vía acuática que logró recuperar su padre hace un cuarto de siglo.
NI DERECHA, NI IZQUIERDA
Según Juan José Amado III, presidente de la Fundación Omar Torrijos, el general Torrijos tenía una frase muy especial que definió su régimen: "Ni con la derecha, ni con la izquierda, sino con Panamá".
"Torrijos buscó hacer el balance. Los de extrema derecha y los de extrema izquierda no son dueños absolutos de la verdad, por ello se trataba de centralizar posiciones", argumenta el político panameño allegado al otrora caudillo.
Amado III, también vinculado al Partido Revolucionario Democrático (PRD), el cual fundó Omar Torrijos, reconoce que éste asumió el poder de una forma "de hecho, no por derecho constitucional".
Sin embargo, destacó que el militar llevó a Panamá al siglo XXI con enormes ventajas económicas. "Ahora tenemos la gran ventaja que los panameños podemos tomar nuestras propias decisiones sobre el futuro del canal", agregó Amado III.
Señaló que Torrijos era considerado un gran negociador diplomático, lo cual le permitió enfrentar a Estados Unidos para encarar frontalmente la devolución del canal, mientras que también se dedicó a fortalecer las estructuras gubernamentales.
Otro factor que destacó Amado III fue el denominado "patrullaje doméstico", en donde Torrijos popularizó internacionalmente el recorrido comunitario y provincial para llevar soluciones del Estado directo a las regiones apartadas, "comenzando desde el kilómetro cero en adelante".
CAÍDA DEL "HALCÓN EN VUELO"
Algunos expertos e investigadores internacionales estiman que una de las razones de la extraña muerte del general Torrijos fue su política neutral que se ganó mucha admiración en América Latina, durante un periodo turbulento como lo era la Guerra Fría.
Incluso el actual presidente panameño ha manifestado en otras oportunidades que la muerte de su padre le causa demasiado dolor como para hacer especulaciones, como lo afirmó recientemente al diario "La Prensa".
La historia de Omar Torrijos siempre fue polémica. Hasta su misteriosa muerte fue atribuida a un plan de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la conspiración de algunos militares, entre ellos el ex general Manuel Antonio Noriega, que luego subiría al poder en 1983.
John Perkins, un economista estadounidense que escribió el libro "Confesiones de un Asesino Económico a sueldo", destacó que la inteligencia norteamericana pudo sabotear la avioneta que trasladaba a Torrijos al poblado de Coclesito, aquel fatídico día de julio de 1981.
"Intentaron hacerle renegociar el Tratado del Canal y que no hablara con los japoneses (para construir un canal a nivel)" aclaró Perkins.
"Una grabadora, con una bomba en su interior, habría estallado dentro de la aeronave, en que viajaba Torrijos. Todo como consecuencia de la negativa del fallecido general de -negociar- con Estados Unidos", agrega el escritor.
El investigador recalcó que Moisés Torrijos, hermano del ex líder panameño, sostuvo que el supuesto accidente fue en realidad un plan de la CIA denominado "Halcón en Vuelo", para impedir que en toda Centroamérica se proyectara el ejemplo de administración político-social que se estaba aplicando en Panamá.
Perkins agregó que la CIA presionó a Carter para que no firmara los tratados canaleros de 1977, pues afectaban la hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental.
Las afirmaciones de Perkins han sido rechazadas incluso por militares panameños. Uno de ellos, Rubén Darío Paredes (general de la Guardia Nacional de 1981-1983), desmintió al estadounidense y tildo de "fantasías" los escritos del economista.
"Para mí no tiene ni un ápice de verdad", decía Paredes al diario "Panamá América" en 2005. Pese a esto, Torrijos marcó su paso en la historia de América Latina al lograr la devolución del canal interoceánico, sin soltar siquiera una sola bala o derramamiento de sangre.
ASCENSO
Omar Efraín Torrijos Herrera nace en Santiago, al occidente de Panamá, un 13 de febrero de 1929. De extracto humilde y luchador, Torrijos efectuó sus estudios en colegios militares de El Salvador, Estados Unidos y Venezuela.
En 1952 se enroló en la Guardia Nacional panameña y en 1966 obtuvo el rango de teniente coronel.
El 11 de octubre de 1968, un grupo de oficiales, entre ellos Omar Torrijos, realiza un golpe de Estado en contra del entonces presidente Arnulfo Arias Madrid. El movimiento cambia gran parte de las estructuras políticas y sociales panameñas, efectuándose una reforma agraria y una amplia reforma constitucional en 1972.
El militar se proclamó posteriormente "Jefe de Estado y de Gobierno". En septiembre de 1977, Torrijos logra la firma de los Tratados del Canal de Panamá con Estados Unidos, país que desde 1904 controlaba la vía interoceánica.
Se determinó que en diciembre de 1999, Washington debería entregar el canal y sus territorios colindantes a la soberanía panameña, cosa que así ocurrió. En 1978, el general deja el poder, aunque mantuvo el control sobre la Guardia Nacional hasta su muerte.
NO TODO FUE COLOR DE ROSA
Entretanto, opositores y detractores al régimen torrijista advierten que aún la historia debe sopesar lo que fue el gobierno militar que lideró Omar Torrijos.
Para José Blandón Figueroa, diputado del Partido Panameñista, todavía están frescas las heridas causadas por las desapariciones de civiles y dirigentes políticos de oposición, la mayoría de los cuales fueron torturados en los primeros años del gobierno militar, entre 1968 y 1971.
"No podemos olvidar la cadena de asesinatos y desapariciones que causó la represión que hubo. Además, hay que revisar las implicaciones económicas de la dictadura, que son parte del legado del régimen militar, debido a la enorme desigualdad que aún existe en nuestro país", dijo Blandón en referencia a la deuda externa que hoy ronda los US$10,200 millones.
El legislador opositor admite que "si hubo cosas positivas del pasado régimen militar, por los miles de millones de dólares que se invirtieron en el país en esos años", pero también "así como se construyeron escuelas y hospitales, hubo una enorme cantidad de dinero de esos recursos que no acabó en la población, sino en los bolsillos de unos cuantos favoritos del régimen".
Según informes de grupos de derechos humanos, en el régimen castrense desaparecieron 30 panameños. El primero fue Encarnación Gaitán, asesinado por la Guardia Nacional el 9 de agosto de 1968, y el último Alcibíades Bethancourth, desaparecido el 16 de febrero de 1971.
El más notable de los casos fue el secuestro por oficiales de la Guardia Nacional panameña del sacerdote colombiano Héctor Gallegos, desaparecido el 9 de junio de 1971, quien era abierto opositor a los militares locales.
Esto incluso causó la repulsa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en 1978, pues acusó al entonces gobierno de Panamá por "no efectuar una investigación imparcial y exhaustiva" del caso Gallego.
Diversas organizaciones de derechos humanos y la pasada administración de la presidenta panameña Mireya Moscoso (1999-2004) habían exigido al gobierno de Estados Unidos revelar públicamente los archivos oficiales que puedan ayudar al esclarecimiento de los abusos cometidos por los regímenes de Omar Torrijos y Manuel Antonio Noriega en Panamá.
Ante esto, Juan José Amado III nos indicó que "sí hubo varios abusos contra civiles" en la dictadura, pero recordó que el mismo Omar Torrijos fue permitiendo desde 1978 la apertura democrática partidista con la fundación del PRD y la organización de grupos de la oposición criolla istmeña, para que el poder popular fuera desarrollándose paulatinamente.
La polémica nunca terminará en torno al general Torrijos. Ya algunos opositores rechazan la colocación de un parque conmemorativo frente a la entrada sur del Canal de Panamá, el cual permitirá dar una visión majestuosa desde el mausoleo que contiene los restos del caudillo, famoso por el recorrido diario en la campiña istmeña, su populismo campechano y sus frases célebres.