Pregunta: La criminalidad en Puerto Rico es un fenómeno que ha preocupado excesivamente durante las últimas décadas a este país. Puerto Rico representa, como ningún pueblo, el modelo de violencia delictiva de la sociedad norteamericana, siempre atiborrada de sus grandes vicios, generadores delincuencia útil o narcotráfico.
¿Pero qué sabemos de las cárceles de Puerto Rico? Probablemente sea esta isla el lugar menos dramático, pero no por ello, el menos particular de los modelos carcelarios en el continente americano; ¿puede usted narrarnos sus experiencias de las instalaciones carcelarias de Puerto Rico?
Respuesta: «En la conferencia que ofrecí aquí sobre penología y criminalidad en El Caribe, hice algunas observaciones sobre toda una serie de condiciones que ocurren en nuestros regímenes carcelarios, el cual es supervisado por la Administración de Corrección de Puerto Rico.
«En un momento dado, quizás, haya surgido la inquietud sobre los llamados tribunales de confinados, o de clientes, o de reclusos, o de convictos. Si te he dado estas cuatro (4) definiciones que solamente se trata de una persona –aquel que está encerrado en una institución penal– purgando una sentencia que le impuso el tribunal de Justicia en nuestro país, es con el propósito de que puedas ver cómo un confinado proclama una defensa, luego de estar cumpliendo esa sentencia carcelaria.
«En Puerto Rico se instituyó, dentro de las cárceles, una protección interna. Fue establecido por los mismos reclusos para protegerse de los abusos que ocurrían hacia ellos por parte de otros reclusos y por parte del personal, llámese personal de custodia. Estos reclusos crearon una especie de ley, que es auspiciada, en primer ocasión, por una organización de los mismos reclusos, el cual ellos mismos le dieron el nombre de Ñeta».
P: ¿Significa esta sigla algo en particular?
R: «Ñeta no es una sigla. Es el término final de una expresión negativa conocida en Puerto Rico como «puñeta». Eso equivale a un grito de rebeldía, que en nuestro país es una palabra vulgar. Al ellos utilizar estas cuatro (4) letras de esa expresión están presentando el descontento por ellos de aquello que le hace daño. En la cárceles de Puerto Rico, cuando ingresaba un confinado, un «cara bonita», ese confinado, en algún momento dado iba a servir de mujer, con carácter involuntario, a aquellos confinados que tenían la fuerza física mayor que ellos o mayor poder. Y le quitaban sus ropas, sus prendas, es decir, todo lo que llevaba encima.
«A pesar de que las prendas hay que entregarlas tan pronto se ingresa al penal. Pero, habían otras cosas que los familiares les daban, como jabón, toallas, etc., y ellos se las quitaban.
«Ante los demás confinados hay, sobre todo uno, que es el que crea esta organización a la que nos estamos refiriéndonos. Se llama Carlos Irrizarri Iriarte, conocido mejor como La sombra. Carlos La Sombra, observó que todo esto era algo que estaba proliferando, y ya adquiría un significado de mucho abuso, tanto en la población penal, por los reclusos, como por los mismos oficiales de custodia o personal administrativo.
«En este caso, entonces, promulga algo así como un código de ética moral para el confinado que se encuentra allí. Ese código de ética moral prohibía al confinado tener, entre otras cosas, acercamiento sexual con aquellos confinados que llegaban a la institución. Si el confinado mostraba unas señales de ser homosexual, ese confinado lo separaban inmediatamente, y dicho sujeto tenía que ceñirse a las reglas que ellos tenían allí. Por ejemplo, el confinado con conocidas tendencias homosexuales o que era homosexual declarado, tenía que buscar marido. Al buscar marido, quería decir que dicho confinado, en el tiempo que iba a permanecer allí, debía pertenecer a un hombre, a su esposo, otro confinado de su misma preferencia sexual.
«Inmediatamente, y ya definida su situación, ningún otro confinado podía intervenir con él, porque ya pertenecía a otro hombre. Había una boda, una celebración, un traje nupcial, bizcocho, luna de miel…todas esas cosas de la subcultura de ellos, pero casi siempre con la participación indiferente de las autoridades de la institución carcelaria.
«El confinado cuando ve esa situación, trata, en principio, de no violar el «código de ética», para mantenerse allí. Pero aquel que lo viola, inmediatamente es llamado por los líderes de esta organización. Se llamaba al confinado inmediata-mente, si la acusación que recaía sobre él era menos grave, se les da un castigo que podía consistir en dejarlo sin comer; pero si el caso era grave, porque él había intentado manosear, tocar o querer someter a una relación sexual a otro confinado, o si había violado algunas de las partes como robar, y estas conductas eran reincidentes, pues, inmediatamente se llevaba ante un tribunal. Este tribunal estaba compuesto por otros confinados: un confinado que hacía de fiscal, es decir, de Ministerio Público, algo que ellos mismos pidieron antes de su condena carcelaria.
«Un abogado de defensa, que también lo forma otro confinado; eso es para defender al recluso, al cual se está señalando como un culpable».
P: ¿Usted se refiere a la experiencia de una cárcel en particular, o usted habla en sentido general?
R: «Yo estoy hablando de todo el sistema carcelario en sí. De todas las cárceles; y es que esta forma de organización se extiende a las organizaciones juveniles de las calles».
P: Los reclusos desean su libertad, desde el mismo primer día. ¿Sirve Ñeta para este ideal de salir en libertad?
R: «No tanto así. Ñeta sirve básicamente para que el tiempo que pase allí una persona, lo haga sin que nadie intervenga con él. Y mientras él hace su cárcel, como suelen decir ellos, lo pase sin que sean violados sus derechos de confinados. En verdad es algo que ellos mismos han preparado como una forma de defensa».
P: ¿Cuándo surgió, pues, esta idea de Ñeta?
R: «Esto aparece en el año de 1973».
P: ¿Tiene futuro esta mentalidad carcelaria? ¿Continuará la Ñeta por varios años?
R: «Ñeta es una organización de presos. No tiene el aval del Departamento de Justicia, pero ellos tiene otra situación dentro de la sociedad carcelaria, las cuales han creado estos grupos».
P: Es evidente que usted ha palpado el trabajo realizado por ellos, como organización informal de los centros penitenciarios. Pero, ¿qué es lo que reclama Ñeta? ¿Refleja el sistema penitenciario al que ellos pertenecen?
R: «Lo que quieren presentar a la sociedad de afuera es que ellos, aunque son confinados, conocen sus derechos, defienden esos derechos contra todo aquel que quiera violarlos, aunque hayan perdido su libertad».
P: ¿Cuál es la calidad de los penados en Puerto Rico?
R: «Actualmente, y luego del caso de Carlos Morales Feliciano, que es otro ejemplo que hay sobre hacinamiento carcelario, ha mejorado bastante la calidad de vida de los reclusos dentro de las cárceles de Puerto Rico.
«Aún así, en los primeros años en que la Ñeta se realiza, ocurren más de cien asesinatos en diferentes instituciones penitenciarias».
P: Puerto Rico, y probablemente en ningún otro sitio de América Latina, se tiene la creencia de que son muchos los crímenes que se cometen, pero se castigan muy pocos. Por lo tanto, hay pocos presidiarios y muchos criminales sueltos. Pero tampoco se sabe si debemos entender que es a la inversa. Sería interesante saber, ¿cuántas personas pasan anualmente por las cárceles de Puerto Rico?
R: «Yo te diría que la criminalidad es alta en el sentido de que, al menos, en Puerto Rico, se le ha dado un enfoque diferente a eso que es la criminalidad. Las cárceles de Puerto Rico, cuando el caso de Carlos Morales Feliciano, llegaron en su momento a mostrar un ascenso de criminalidad penal. Pero aquellos que ingresaban al sistema penal eran menos. Es la misma observación que tú mismo haces al principio, que antes esta misma situación hay pocos presos y muchos crímenes, y se ha trastocado hacia otras influencias donde si se determina que la persona cometió el crimen. Si existe causa posible, entonces se opta por una fianza acelerada.
«Esta fianza acelerada lo que busca es que, esas personas que le determinaron causas probables, no tenga que ingresar a un penal, aunque se encontró razón por la acción criminal cometida por él».
P: Ñeta ha franqueado los muros carcelarios. Probablemente ellos no son noticia para la población de afuera. Pero, ¿qué opinan los de afuera de Ñeta?
R: «Fuera de la institución, la gente se refiere a Ñeta como algo natural, aunque no se le dé la debida atención. Pero olvidé señalarte algo; cuando Ñeta nace, luego aparecen los hijos de Ñeta; ellos son los 23, un grupo correccional que tiene los mismos propósitos que ellos; está el grupo de Mayagüez, el grupo de Monansillo, el grupo de Manuela Pérez. De modo que dentro de ese grupo que significó Ñeta, nacieron otros grupúsculos, también buscando que se le dé atención y un enfoque de lo que ellos piden».
¿Cuántas cárceles hay en Puerto Rico, actualmente?
R: «En Puerto Rico está la cárcel de Río Piedras, el Oso Blanco, como lo llaman; la Cuchara de Ponce, que es otra. Está la cárcel de Mayagüez; yo te diría que hay alrededor de doce (12) cárceles, en total. Ahora mismo hay dos privatizadas. Hay una cárcel federal, en Boscana, para los presos federales.
«Soy de opinión de que no se deben construir más gallineros, como los llamo yo. Debemos luchar por combatir la criminalidad con la forma de corregir o controlar el crimen. Aunque hay, de verdad, mucho que aprender de los confinados».