WASHINGTON.- El número dos de la diplomacia estadounidense Robert Zoellick, de 52 años, renunció, confirmó este lunes la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice.
"Es con gran pesar que anuncio que Bob Zoellick dejará el Departamento de Estado en las próximas semanas", declaró Rice, luego de que un funcionario estadounidense divulgara la renuncia.
La secretaria de Estado no precisó quién sucederá en el cargo a su número dos.
Poco después, Zoellick indicó que comenzará a trabajar en el banco de negocios estadounidense Goldman Sachs.
"He cumplido con las metas que me propuse", dijo, al anunciar su viraje al sector privado.
"Estoy muy contento de unirme a Goldman Sachs, que va a ser un anuncio próximamente", dijo Zoellick, quien fungió además como representante de Comercio estadounidense.
En su vasta carrera, Zoellick había trabajado en los años noventa para Goldman Sachs como consejero internacional.
Según especularon algunos medios estadounidenses, el funcionario, un abogado de la prestigiosa Universidad de Harvard, quedó decepcionado al no haber sido designado para el puesto de secretario del Tesoro en los últimos nombramientos ministeriales decididos por el presidente George W. Bush el mes pasado.
Bush designó a Henry Paulson para sustituir a John Snow en el puesto del Tesoro.
"El subsecretario de Estado adjunto Zoellick (era) uno de los consejeros más cercanos y competentes de Rice en todos los temas internacionales", indicó un consejero de la propia Rice bajo el anonimato.
Zoellick había sido confirmado en el puesto de subsecretario de Estado por el Senado el 16 de febrero de 2005, y había prestado juramento el 22 de febrero.
En los cuatro años anteriores Zoellick había sido representante de Comercio.
Como tal, Zoellick ultimó Tratados de Libre Comercio (TLC) con Chile y cinco países de Centroamérica y la República Dominicana. Su labor se destacó además por haber concluido las negociaciones para que China y Taiwán se incorporaran a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los contactos privilegiados forjados en el curso de maratónicas negociaciones diplomáticas hicieron de él un asesor sin igual, según destacó Rice en más de una oportunidad.
Además, sus relaciones de confianza con su par europeo en los últimos años, el ex-comisario de comercio Pascal Lamy, permitieron desactivar un buen número de conflictos ocurridos con Europa.