La red terrorista Al Qaeda planeó un atentado contra el metro de Nueva York en 2003 el cual fue abortado 45 días antes de la fecha prevista para perpetrarlo por orden del número dos de esa organización, Ayman Al Zawahiri
Según los extractos de un libro publicado este domingo por la revista Time en su página web, el ataque se haría con una mezcla gaseosa tóxica, similar a la usada por los nazis en las cámaras de gas.
Según Agencias que divulgó la información, lo que no se sabe es la razón por la cual Al Zawahiri paró el ataque, que se pretendía que fuera al menos tan sangriento como los atentados contra el World Trade Center del 11 de septiembre de 2001.
Un informante cercano a la dirección de Al Qaeda reveló a los servicios secretos estadounidenses que Al Zawahiri canceló el plan en enero de 2003, sólo mes y medio antes de ser ejecutado, a pesar del deseo de que el ataque se cobrase al menos las mismas víctimas que el 11-S, según revela el periodista Ron Suskind, ganador del Pulitzer, en el libro The One Percent Doctrine.
Se dice que la célula encargada del ataque al metro neoyorquino había ideado un sencillo sistema que permitía liberar cianuro de hidrógeno en varios vagones de metro. Lo pensaban hacer a través de un artefacto simple pero eficaz que la CIA conoció gracias al ordenador de un yihadista de Bahrein, arrestado en febrero de 2003 en Arabia Saudí.
Sin embargo, cuando el hombre de Al Qaeda en Arabia Saudí visitó a Al Zawahiri para informarle de sus planes, el lugarteniente de Osama Bin Laden ordenó abortarlo por razones desconocidas.
El libro asegura que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, fue alertado del nuevo modelo de ataque en marzo de 2003 e incluso tuvo en sus manos el prototipo del sistema elaborado por la CIA. El presidente alertó al resto del Gobierno de la amenaza.
"Cuando Inteligencia supo que Al Zawahri había pedido la cancelación de los ataques, Bush tuvo miedo de que algo peor estuviese siendo planeado", añade el autor. "Lo que podemos concluir de esto es que Al Qaeda considera que una segunda ola de ataques sería más destructiva y perjudicial que el 11-s", indica Suskind al Times.
Por el momento, el FBI ha rechazado confirmar las informaciones vertidas en la obra de Suskind, aunque un portavoz del departamento de Policía de Nueva York ha admitido que la oficina había tenido conocimiento de los supuestos planes. "Estuvimos preocupados por este plan y tomamos las precauciones necesarias", ha explicado Paul Browne.
EL GAS DE LOS NAZIS
La CIA construyó un prototipo del artefacto basándose en el diseño encontrado en los archivos del ordenador, que incluía un envase para cianuro de sodio y otro para una fuente estable de hidrógeno, como el ácido clorhídrico. Esta mezcla tóxica que une dos tipos de gases es similar a la empleada en su día por los nazis en sus campos de exterminio.
Este sistema de ataque, denominado mubtakkar -que significa el "invento" o la "iniciativa"- supone un giro radical en la tecnología armamentística "equivalente a lo que en su día supuso la escisión del átomo", según escribe Suskind en su obra, The one percent doctrine (en castellano, La doctrina del 1%).
dtg