LONDRES. En la 36a Asamblea de la OEA, Nicaragua se ha unido al Perú para denunciar que Chávez también interfiere en su proceso electoral. Brasil, cosa importante, ha apoyado al Perú, mostrando su disgusto por la nacionalización de Petrobras que Caracas apoyó en Bolivia. Ni García ni Chávez quieren romper relaciones entre sí. La guerra verbal que ambos protagonizaron sirvió al aprista para ganar el voto derechista y al bolivariano para hacer que Humala lo siga y se izquierdice.
Hoy, ambos han logrado sus propósitos. García ha llegado al gobierno y ahora la oposición venezolana anuncia unirse tras un solo candidato. Chávez ha logrado crear por primera vez un movimiento masivo afín en Perú (donde antes no tenía nada), que ganó más del 50% de los votos fuera de Lima y que usará ese caudal para presionar al nuevo gobierno a que busque revisar el TLC, ser autónomo de EEUU y aplicar medidas populistas.
El nuevo campo de batalla electoral en la región son las elecciones mexicanas, donde Chávez y García apoyan a López Obrador.
Isaac Bigio ha dictado clases en la London School of Economics y es el
analista peruano y latinoamericano mas publicado en la media internacional