SANTO DOMINGO.- La cirugía bariátrica –de la que tanto se habla en los últimos tiempos en nuestro país- no es un procedimiento estético o plástico, como algunos creen. Tiene mayor envergadura, va mucho más lejos y, por consiguiente, tiene riesgos e implica sacrificios para el paciente.
La explicación es del doctor Abel Ricardo González, cirujano general y laparoscópico, principal practicante local de este tipo de operación, al que se han sometido decenas de hombres y mujeres en el país.
González, quien hace tres años comenzó a practicar aquí la novedosa cirugía, dijo que “está concebida para reducir en forma permanente la ingesta de alimentos y provocar la perdida de peso, así como para generar una sensación de saciedad, de menos apetito y de satisfacción con menos comida”,
Según él, “el bypass gástrico se ha consagrado ya como la mejor técnica para combatir la obesidad mórbida, es decir aquella que no se puede combatir con dietas, medicamentos ni ejercicios”.
Con sistema de grapado, al paciente se le hace una pequeña bolsa en la parte superior del estómago, a la cual se conecta una sección del intestino delgado para que la comida ingerida –que va a ser muy poca- siga el curso normal hasta la defecación. El resto del estómago queda intacto, con su provisión normal de sangre, pero sin función. Por el puente que se hace con el intestino al conectarlo a la mini-bolsa estomacal formada arriba, es que se habla de bypass o desvío gástrico.
Las personas que se someten a esta cirugía rebajan un ochenta por ciento del sobrepeso en el primer año y el restante veinte por ciento en el segundo año, resalta González, director médico del Centro de Medicina Avanzada Abel González, de la avenida Abraham Lincoln, en Santo Domingo.
Y observa que es una operación ideal para pacientes que han intentado todo para bajar de peso, cual que sea el origen de su problema: metabólico, genético, endocrino o de simple exceso de ingestión de calorías. Como se le modifica el sistema digestivo para disminuir la cantidad de alimentos que se consume, no es una cirugía estética ni plástica en la que se le quita grasa, como supone alguna gente.
COMO SE HACE ?.
Se hace con el método laparoscópico, accediendo a los órganos internos sin abrir el abdomen, González informa que a los obesos solo le hace seis orificios en el vientre: dos de 10 milímetros de ancho y tres de 5 milímetros. La operación tarda alrededor de dos horas y el paciente despierta de la anestesia aproximadamente a las dos horas. Por estos orificios, el cirujano introduce instrumentos quirúrgicos especiales, incluso una cámara de televisión, mecanismo que permite visualizar con toda nitidez el interior de la cavidad abdominal, con todos sus órganos. Opera mirando en una pantalla gigante de televisión en la que se proyecta la imagen de la cavidad.
La técnica laparoscópica tiene la ventaja de que es menos dolorosa que la cirugía tradicional o abierta, no queda la cicatriz de la incisión operatoria y se evita los riesgos de infección y de hernias que ocurren con cierta frecuencia.
Además, como el método laparoscópico es de mínima invasión, el paciente tiene un post operatorio mejor, recuperación más rápida y un internamiento más corto. Pero el desvío gástrico también puede hacerse, por razones de economía de costos, con cirugía abierta, lo cual es una opción que lleva a cabo González.
200 OPERADOS
González, que tiene 28 años como cirujano general y fue el primero en hacer aquí cirugía laparoscópica, reveló que ha completado exitosamente 200 operaciones para contrarrestar la obesidad mórbida. Las mujeres han sido más que los hombres. En el país hay otros dos centros donde se hace cirugía bariátrica.
Hay cuatro tipos de cirugía bariátrica, pero González dice que en estos momentos el desvío gástrico es el que deja mejores resultados a largo plazo a los obesos mórbidos. Los otros procedimientos son el de banda gástrica ajustable, el de balón intragástrico y el de gastroplastia vertical.
Esta operación conlleva riesgos, sacrificios y cambio de estilo de vida, pero se hace porque si el paciente se queda obeso va a morir joven. El cirujano del Centro de Medicina Avanzada Abel González destaca que una persona con gordura extrema va a sufrir del “corazón, diabetes, hipertensión, osteo-artritis de las articulaciones que soportan el peso corporal, apnea obstructiva del sueño, problemas respiratorios, reflujo gastro-esofágico, acidez estomacal, depresión, infertilidad, inflamación de las piernas, úlceras de la piel, incontinencia urinaria, irregularidades en la menstruación, problemas venosos, anomalías en el metabolismo de las grasas, embolia pulmonar, pancreatitis y problemas en la vesícula. Para muchos pacientes, el riesgo de muerte por no operarse es mayor que los riesgos de la intervención”.