Las pandillas Village-de-Dieu y Gran Ravin rompen su alianza por control de peajes
La calma ya frágil de Village-de-Dieu volvió a romperse la tarde del sábado. Lo que comenzó como un nuevo estallido de disparos terminó convirtiéndose en un éxodo desesperado de miles de residentes que huyeron en cuanto las ráfagas empezaron a retumbar en las calles del sur de Puerto Príncipe. Para muchos, fue abandonar sus casas sin mirar atrás, sin maletas, sin tiempo para nada.
SEgun medios locales, los enfrentamientos iniciaron cerca de las 6:00 p.m., según coinciden medios comunitarios y observatorios locales. Esta vez no se trató de un ataque externo, sino de un choque interno entre facciones históricamente aliadas: los grupos armados de Village-de-Dieu y Gran Ravin, ambos pilares de la coalición criminal Viv Ansanm, la estructura que domina buena parte de la capital haitiana.
La ruptura, según las primeras informaciones, habría estallado por el control de los puestos de peaje que las bandas utilizan para extorsionar a conductores, comercios y residentes. Un negocio ilegal que, en medio de la ausencia del Estado, se ha convertido en una de sus principales fuentes de ingresos. El botín fue suficiente para dinamitar una alianza que hasta hace poco actuaba como un solo bloque contra las autoridades.
Una batalla a plena luz del día
El sábado se mostro una escena tan cruda como repetitiva: hombres fuertemente armados desplazándose en motocicletas y camionetas, disparos en avenidas habitadas, edificios atravesados por balas y familias corriendo para ponerse a salvo. Testimonios recogidos por organizaciones civiles hablan de “varios muertos” en ambos bandos, aunque hasta ahora no existe un balance oficial.
Ni la Policía Nacional de Haití (PNH), ni la Fuerza Multinacional de Apoyo a la Seguridad (GSF), ni el propio gobierno han ofrecido declaraciones sobre lo ocurrido. El silencio oficial contrasta con la tensión palpable en los barrios cercanos, donde los disparos continuaron intermitentemente durante la noche y la madrugada.
Una crisis que desnuda el control de las pandillas
El estallido llega en un momento particularmente delicado. Las fuerzas de seguridad venían intensificando operativos en otros puntos de Puerto Príncipe para intentar recuperar áreas controladas por Viv Ansanm. Pero este conflicto interno rompe la tregua tácita que esas facciones habían mantenido desde la creación de la coalición.
Organizaciones locales e internacionales calculan que Viv Ansanm controla más del 85 % del territorio urbano de la capital, un dominio que impide la presencia efectiva del Estado y limita el acceso a servicios básicos como salud, educación y transporte.
La huida masiva del sábado lo confirma: familias completas caminaron kilómetros, a pie o en vehículos improvisados, sin poder llevar consigo más que lo indispensable. Algunas relataron que salieron mientras las balas golpeaban los techos de zinc.
A pesar de la magnitud del desplazamiento, ninguna autoridad ha informado sobre corredores humanitarios, refugios temporales o planes de asistencia para los afectados de Village-de-Dieu.
Así, la ciudad vuelve a quedar atrapada entre la violencia desbordada, el miedo cotidiano y una institucionalidad debilitada, incapaz de responder al ritmo en que avanza la crisis.
