Cuyayas extienden racha a nueve triunfos y el Licey resbala al quinto lugar
Por Redacción Deportiva
La jornada de doble cartelera de este viernes en la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) sacudió la tabla de posiciones. Fue un día de contrastes marcados: mientras las Águilas Cibaeñas y los Toros del Este impusieron su ley llevándose los dos partidos de sus respectivos compromisos, los Gigantes del Cibao lograron dividir honores ante el Escogido, mostrando señales de vida en una ofensiva que despertó tarde pero con fuerza.
El "Valle de la Muerte" está más vivo que nunca. Las Águilas Cibaeñas no solo barrieron a las Estrellas Orientales, sino que extendieron su racha ganadora a nueve victorias consecutivas, consolidándose como el equipo más caliente del campeonato dedicado a Juan Marichal.
El vuelo imparable de las Águilas
En el Estadio Cibao, la narrativa fue de remontada y dominio en situaciones de presión. Tras ganar el primer choque 7-6, las cuyayas repitieron la dosis en el cierre con un marcador de 5-4. Lo destacable no es solo la victoria, sino cómo se gestó. Las Estrellas dominaban 2-0 temprano, pero el bateo oportuno de Adael Amador y Steward Berroa cambió el guion.

Amador conectó un cuadrangular solitario ante el panameño James González para descontar, y más tarde, Berroa se unió a la fiesta de batazos para coronar un cuarto episodio de cuatro anotaciones que definió el encuentro. Este equipo sabe ganar en el alambre: con este triunfo, las Águilas ponen su récord en un impresionante 6-0 en partidos definidos por una sola carrera. Mientras los amarillos celebran, los verdes se hunden en una racha negativa de cuatro derrotas al hilo, evidenciando problemas serios en su relevo intermedio.
Toros embisten al Licey y lo empujan al abismo
En La Romana, el Corral de los Toros fue testigo de otra barrida que altera el orden clasificatorio. Los Toros del Este, que venían de dos reveses, se sacudieron el polvo y vencieron por partida doble a los Tigres del Licey (7-6 y 4-2).
El protagonista de la noche en el Francisco Micheli fue el lanzador Justin Courtney. El derecho maniató a la ofensiva azul durante cinco entradas, permitiendo apenas dos hits. Su labor fue respaldada por el madero de Bryan de la Cruz, quien despachó un jonrón solitario para dar tranquilidad a la pizarra.
Para el Licey, la noche fue oscura. Con tres derrotas consecutivas y un récord de 9-14, los campeones vigentes caen al quinto puesto, superados ahora por los Gigantes en el porcentaje de victorias, encendiendo las alarmas en la cueva azul. La reacción en el noveno inning del segundo juego, impulsada por Liover Peguero, fue insuficiente ante un pitcheo taurino que supo cerrar la puerta.
Gigantes y Escogido: División de honores
En el Quisqueya Juan Marichal, la historia fue distinta. Los Gigantes del Cibao, urgidos de victorias, lograron dividir con los Leones del Escogido. Tras caer 1-4 en el primer duelo, la ofensiva nordestana explotó en el segundo para imponerse con un contundente 10-2.

El nombre propio de la noche para los de San Francisco fue Jordan Díaz. El colombiano, de 25 años, tuvo un debut soñado en la liga al conectar un cuadrangular de dos carreras en su primer turno frente al veterano Henry Sosa. La bola recorrió 394 pies, un misil que dejó claro el poder del nativo de Montería.
Pero la jornada también tuvo tintes históricos. Junior Lake, un veterano de mil batallas, despachó su jonrón número 39 de por vida en LIDOM. Con este estacazo ante Shane Green, Lake empata con Ángel Peña en la lista de todos los tiempos y se coloca a las puertas del selecto club de los 40 cuadrangulares, reafirmando su estatus como uno de los bateadores más consistentes de la última década.
Aunque los Gigantes (8-13) siguen en la parte baja, esta demostración ofensiva, sumada a la caída libre del Licey, comprime la lucha por la clasificación y deja claro que, en esta liga, nadie puede darse el lujo de parpadear.
