La Academia Rafael Báez abre su torneo navideño con 20 equipos y un homenaje especial
Santo Domingo.- El sol todavía no calentaba del todo cuando los primeros niños llegaron al estadio Ortiz Celado, en la Armada Dominicana. Algunos corrían con guantes recién estrenados; otros, más tímidos, miraban el terreno como quien se asoma a una fiesta. Así empezó la mañana en que la Academia Deportiva Rafael Báez dejó inaugurada la XXXV edición de su torneo de béisbol navideño, un evento que ya forma parte de la memoria deportiva de Santo Domingo Este.

Esta versión, dedicada a la coronel Evelyn Lebrón, reunió a 20 equipos de diversas ligas y categorías, un mosaico de talento infantil y juvenil que sostiene vivo el espíritu del deporte en Villa Duarte y comunidades cercanas.
La ceremonia abrió con el himno nacional, interpretado por la banda de música de la Armada Dominicana, seguido de una breve oración del pastor Adán Encarnación, quien pidió bendición para los jugadores y sus familias. El ambiente, cargado de emoción y puntualidad casera, dejaba claro que no era un torneo más, sino un compromiso que ha resistido décadas.
El presidente de la academia, Rafael Báez, habló con visible emoción. Recordó los inicios de la institución que lleva su nombre y el esfuerzo acumulado en más de tres décadas. “Me siento bendecido por Dios en este día”, dijo, resaltando las dificultades superadas para mantener el torneo, que cada año convoca a cientos de niños y jóvenes. Para Báez, no se trata solo de deporte; es una misión de vida en favor de la juventud. “Son 35 años de labor entregada a Villa Duarte y a las zonas aledañas”, insistió.
El acto siguió con la entrega de una placa de reconocimiento a la coronel Evelyn Lebrón, quien recibió la dedicatoria acompañada de su esposo, José Restituyo, y su hijo Daniel. En sus palabras de agradecimiento, Lebrón no escondió su admiración por el proyecto que ha sostenido Báez durante tantos años. “Felicito al dirigente Rafael Báez y a su equipo de trabajo por este esfuerzo continuo en favor de la niñez y la juventud”, expresó. Aseguró que iniciativas como esta deben contar siempre con respaldo institucional.
Luego llegó uno de los momentos más esperados por los pequeños jugadores: el juramento deportivo, pronunciado por el niño Junior Armando Féliz, quien habló con una mezcla de timidez y orgullo. Minutos después, Lebrón realizó el tradicional lanzamiento de la primera bola; fue bateada por la Hermana De La Cruz y recibida por Odalis Espinal, en representación del procurador fiscal Milcíades Guzmán Leonardo.
La jornada reunió a equipos de las ligas Robinson De La Cruz, La Francia, Nelson Gerónimo, Manny Castillo, Punta Torrecilla, Tuna y, por supuesto, los anfitriones. Cada uno llegó con su propia ilusión y el deseo de levantar un trofeo que va más allá del metal: simboliza disciplina, comunidad y la esperanza de un futuro mejor a través del deporte.
Treinta y cinco años después, el torneo de la Academia Rafael Báez sigue siendo un espacio donde se mezclan tradición, esfuerzo y un sueño que crece con cada nueva generación.
