Una encuesta de Cambridge revela la alarma en la ficción: autores sin pago ni consentimiento.
Nueva York.-La inteligencia artificial no solo está cambiando las reglas del juego en la industria editorial, sino que ha sembrado el pánico en sus cimientos. Más de la mitad (51%) de los novelistas publicados en el Reino Unido creen que es “probable” que la IA termine reemplazando por completo su trabajo como escritores de ficción.
El dato forma parte de una demoledora encuesta realizada por la Universidad de Cambridge, que pone cifras a la ansiedad de un sector que aporta anualmente 11.000 millones de libras a la economía británica.
El informe, liderado por la Dra. Clementine Collett para el Centro Minderoo, revela que el temor no es abstracto: más de un tercio (39%) de los novelistas afirma que sus ingresos ya se han visto afectados por la IA generativa, principalmente por la pérdida de trabajos complementarios (como la redacción publicitaria o la traducción). La perspectiva a futuro es aún más sombría: la gran mayoría (85%) prevé que sus ingresos seguirán disminuyendo.
La ironía del entrenamiento no consentido
La raíz del conflicto es la propiedad intelectual. Cerca de dos tercios (59%) de los novelistas están seguros de que su obra ha sido utilizada para entrenar grandes modelos de lenguaje (LLM) de IA sin su permiso y sin ningún tipo de pago.
La investigadora Collett calificó esta situación como una “brutal ironía”: las herramientas que hoy amenazan el sustento de los escritores se entrenan, probablemente, con “millones de novelas pirateadas” que han sido extraídas de bibliotecas clandestinas.
Pese a que el 80% de los encuestados reconoce que la IA ofrece beneficios a diversos sectores de la sociedad, las preocupaciones son profundas. Existe una alarma generalizada sobre una posible pérdida de originalidad en la ficción y un deterioro de la confianza entre escritores y lectores si el uso de la IA no se revela. Algunos autores ya reportan haber encontrado en plataformas como Amazon libros a su nombre que jamás escribieron.
La novela romántica y el thriller, los más amenazados
La amenaza de la IA no se distribuye de manera uniforme. El informe destaca que los géneros más en riesgo son aquellos con estructuras más predecibles: dos tercios (66%) de los encuestados calificaron a los autores de novela romántica como "extremadamente amenazados", seguidos de cerca por los escritores de thrillers (61%) y novela negra (60%).
En la práctica, aunque un tercio de los novelistas usa la IA, lo hacen casi exclusivamente para tareas no creativas, como la búsqueda de información. Casi la totalidad (97%) se mostró extremadamente negativo ante la idea de que la IA escriba novelas completas. Para la mayoría, la edición de textos sigue siendo un proceso profundamente creativo en el que no quieren injerencia robótica.
Exigencia de consentimiento y pago
El sector editorial exige cambios regulatorios urgentes. Los creadores literarios reclaman consentimiento informado y una remuneración justa por el uso de sus obras, así como transparencia por parte de las grandes empresas tecnológicas.
En este sentido, la investigación reveló un rechazo abrumador (83%) contra el modelo de derechos de autor de “reserva de derechos” (o opt-out) propuesto por el gobierno británico. La gran mayoría (86%) de los creadores literarios se decanta por el principio de “consentimiento expreso” (opt-in): que los titulares de los derechos otorguen permiso y reciban la compensación correspondiente antes de que la IA utilice su trabajo.
La profesora Gina Neff, directora ejecutiva del Centro Minderoo, resumió la urgencia del momento: “Nuestras industrias creativas no son daños colaterales prescindibles en la carrera por desarrollar la IA. Son tesoros nacionales que merecen ser defendidos”.
La preocupación de los novelistas por la amenaza de la Inteligencia Artificial (IA) a sus creaciones no es un fenómeno exclusivo del Reino Unido. Es un debate global que ha generado protestas, demandas y cambios en las políticas de premios literarios en varios países, especialmente en los centros neurálgicos de la industria editorial y tecnológica.
Los países donde más se han manifestado las quejas y las acciones legales por parte de los escritores de ficción son:
Estados Unidos
Estados Unidos es quizás el país donde el conflicto ha alcanzado su punto más álgido debido a que las principales empresas desarrolladoras de IA (como OpenAI, Meta y Google) tienen su sede allí.
Demandas colectivas: Autores de renombre como George R. R. Martin, Sarah Silverman, Paul Tremblay y Jonathan Franzen, entre otros, han presentado demandas colectivas contra compañías de IA. La acusación central es el uso no autorizado de sus obras protegidas por derechos de autor para entrenar los grandes modelos de lenguaje (LLM).
Reclamo gremial: Organizaciones como The Authors Guild han liderado cartas públicas, firmadas por más de 9.000 escritores, exigiendo compensación económica por el uso de sus textos. Alegan que la IA imita su lenguaje y estilo, basando su existencia en "comidas interminables" de contenido protegido por derechos.
Precedente financiero: Se han dado casos de acuerdos millonarios, como el de Anthropic, que accedió a pagar una gran suma a un grupo de autores y editoriales para resolver demandas por violación de derechos de autor.
España y el ámbito hispano
En España y otros países de habla hispana, el debate se centra en el impacto laboral y la ética:
Impacto laboral: Asociaciones de escritores han expresado gran preocupación, con estudios que muestran que una mayoría significativa de los autores considera que la IA impactará negativamente en la profesión. Los traductores y freelancers son vistos como uno de los grupos más vulnerables a la automatización inmediata.
Uso no autorizado: Al igual que en el Reino Unido, existe el temor de que las obras de autores españoles estén siendo utilizadas por la IA sin el consentimiento ni la remuneración adecuada, lo que lleva a un llamado a una regulación más estricta de la propiedad intelectual.
Nueva Zelanda
Las quejas han trascendido el ámbito legal para impactar directamente en el prestigio literario:
Descalificaciones en premios: Se han implementado normativas que prohíben la participación de obras que utilicen IA, incluso en las portadas. Recientemente, dos destacadas autoras neozelandesas fueron excluidas del principal premio literario del país (Ockham New Zealand Book Awards) tras detectarse elementos generados por IA en el diseño de las cubiertas de sus novelas. Esta medida subraya la seriedad con la que la comunidad literaria busca proteger los intereses creativos humanos.
Resumen de las quejas comunes
A pesar de las diferencias geográficas, las quejas de los novelistas de todo el mundo se concentran en tres pilares:
- Violación de derechos de autor: El "raspado" masivo y sin licencia de millones de libros para el entrenamiento de los modelos de IA.
- Compensación cero: La falta de pago justo a los autores, a pesar de que su trabajo es la materia prima esencial de la tecnología.
- Temor al reemplazo: La preocupación por la saturación del mercado con ficción generada artificialmente y la eventual devaluación de la escritura humana como profesión.
Los datos relativo a Reino Unido han sido proporcionados por Europa Press
