Las vacunas tambien reducen complicaciones graves como ictus, infartos y trombos
La gripe y la Covid-19 suelen verse como amenazas incómodas del invierno, pero la evidencia científica sigue demostrando que sus vacunas van mucho más allá de evitar unos días de fiebre o tos. La Asociación Española de Vacunología (AEV) insiste en que inmunizarse frente a estas infecciones respiratorias también ayuda a reducir el riesgo de ictus, infartos y complicaciones tromboembólicas, un beneficio que todavía pasa desapercibido para buena parte de la población.
La entidad ha puesto en marcha una campaña divulgativa en redes sociales para recordar estos efectos añadidos, coincidiendo con la llegada del frío y con la búsqueda de aumentar la cobertura vacunal. Es un refuerzo a la iniciativa institucional “El mejor plan para este invierno. Vacúnate”, que busca evitar los picos de hospitalización que cada año tensan el sistema sanitario.
Los datos sobre la gripe son especialmente contundentes. Cada temporada deja alrededor de 29.000 hospitalizaciones, más de 2.000 ingresos en UCI y unas 1.600 muertes en España. Frente a ese impacto, la vacuna ofrece beneficios que van más allá de lo respiratorio. El presidente de la AEV, Jaime Pérez, recuerda que existe evidencia sólida de que puede reducir un 34% los eventos cardiovasculares en los doce meses posteriores a su administración.
A esto se suman estudios que apuntan a descensos de entre un 12% y un 16% en el riesgo de ictus isquémico en mayores. La protección frente al infarto también aparece de forma consistente en diversas investigaciones. Pérez lo resume con una frase que no suele escucharse al hablar de vacunas: “Vacunarse contra la gripe puede ser tan beneficioso para la salud cardiovascular como dejar de fumar”. La afirmación procede de un estudio presentado en un congreso de la Sociedad Europea de Cardiología y ayuda a dimensionar el impacto real de esta herramienta preventiva.
- La vacuna frente a la Covid-19 tampoco se queda atrás. La AEV subraya que, además de evitar cuadros graves, contribuye a reducir eventos arteriales y venosos y atenúa las complicaciones tromboembólicas, un problema frecuente tras infecciones severas.
El vínculo entre infecciones respiratorias y corazón está más estudiado de lo que parece. La Covid-19 puede aumentar a corto plazo el riesgo de fallo cardiaco y formación de trombos, mientras que neumococo y gripe siguen siendo causas relevantes de neumonía mortal en mayores. En ambos casos, la probabilidad de eventos cardiovasculares puede elevarse hasta un 30%, según los especialistas.
La población infantil tampoco queda fuera de esta ecuación. Más del 80% de los niños hospitalizados por gripe en la temporada 2023-2024 eran completamente sanos antes de infectarse. Por eso, los expertos insisten en vacunar a los menores de entre seis y 59 meses, uno de los grupos con mayor riesgo de complicaciones.
En mayores de 65 años, el panorama es aún más sensible: el riesgo de muerte asociada a la gripe se multiplica por cinco si existe una cardiopatía crónica, por doce si se trata de una enfermedad pulmonar, y por veinte cuando coinciden ambas. AEV recomienda vacunarse a partir de los 60 años, revisar la inmunización frente a neumococo y, en los mayores de 70, recibir dosis actualizadas contra la Covid-19.
La AEV también llama a la responsabilidad del personal sanitario: vacunarse para protegerse y proteger. Porque, en un invierno que se anticipa intenso, la prevención sigue siendo el mejor escudo.Con datos de Europa Press

