Un momento que unirá canciones, historias y conciencia creativa.
La Vega se prepara para un sábado distinto, uno que huele a música recién afinada y a conversación sin prisa. En el Parque de las Flores, donde las tardes suelen caer con calma, la Oficina Nacional de Derecho de Autor, el ayuntamiento y la Casa de la Cultura organizan un encuentro que mezcla aprendizaje, memoria y arte vivo. Lo han llamado “Derecho de Autor: entre Música, Letras y Bohemia”, y el nombre encaja. Habrá reflexión, sí, pero también emoción. Y, sobre todo, cercanía.
El espacio elegido, en la esquina de las calles Padre Adolfo y Monseñor Panal, funciona casi como un escenario natural. Aquí la ciudad respira a ritmo de gente caminando, niños corriendo y músicos que siempre encuentran una sombra donde afinar una guitarra. Este sábado, ese entorno cotidiano se convierte en un punto de partida para hablar de algo que suele quedar escondido: la autoría y el respeto por quienes crean.
José R. Gonell Cosme, director de la ONDA, encabezará la actividad junto a autoridades locales y representantes de las sociedades de gestión colectivas. La idea es simple y necesaria. Llevar el derecho de autor a un terreno donde la gente pueda entenderlo sin rodeos. No habrá tecnicismos. No habrá ese aire distante que a veces espanta. Será un diálogo directo sobre lo que pasa cuando una canción nace, crece y llega a los oídos del público.
Para acompañar ese diálogo, tres voces conocidas se encargarán de ponerle cuerpo y emoción a la tarde. Mariano Lantigua, líder de Aladaqui, llega con la energía que siempre lo acompaña. Charlie Mosquea, figura del bolero contemporáneo, llevará la nostalgia que solo él sabe manejar. Y Miguel Braho, compositor de larga trayectoria, aportará la calma y la sabiduría de quien ha vivido la música desde adentro durante décadas. No solo hablarán. También cantarán. Y ese detalle cambia todo. La teoría se vuelve vibración. El derecho encuentra su melodía.
Al final del conversatorio, la ONDA entregará reconocimientos a Monchy Fernández, Arcadio Perdomo conocido como Elvis y Luis Alberto Morilla Rodríguez, llamado Luichy. Un día después, en El Son de Juana, se entregará otro a doña Juana Suárez Santos, acompañada por la orquesta que lleva su nombre y con el apoyo de SGACEDOM y SODAIE.
Este encuentro busca responder preguntas que muchos se hacen pero pocos formulan. Qué significa ser autor en el país. Cómo se protege una obra en tiempos de copias rápidas y descargas sin permiso. Qué responsabilidad tienen los medios, el público y las instituciones en la defensa de la creatividad. Las respuestas llegarán desde la experiencia. Desde las noches de ensayo, las letras tachadas y las melodías que tardan años en encontrar su forma.
La ONDA insiste en un punto que aquí toma fuerza. El respeto por la creación no es asunto exclusivo de oficinas ni de abogados. Empieza por reconocer el valor de lo que se escucha. En La Vega, este sábado, la música no será solo sonido. Será conciencia, memoria y afirmación cultural. Un recordatorio de que cada canción tiene dueño, historia y derecho. Y que cuidarla es cuidarnos.
