Presentan en Washington la Ley de Impulso a la Educación Universitaria, un plan de $250 millones anuales para financiar programas de doble titulación.
Nueva York.- El camino hacia la movilidad económica y la educación superior está sembrado de barreras, especialmente para los estudiantes de bajos ingresos. Para derribar esos obstáculos, el representante Adriano Espaillat (NY-13), junto al senador Edward J. Markey (D-Mass.) y el representante Mark Takano (CA-39), han reintroducido la Ley de Impulso a la Educación Universitaria (Jumpstart on College Act).
Este proyecto de ley bicameral busca expandir y financiar programas de doble titulación y de ingreso temprano, permitiendo que los estudiantes de los últimos años de secundaria se matriculen en cursos universitarios y obtengan créditos reales con un coste mínimo o nulo para ellos y sus familias.
“Sabemos que la educación transforma vidas y que el camino hacia el éxito incluye la posibilidad de adelantar cursos universitarios”, declaró el congresista Espaillat. El legislador neoyorquino, de origen dominicano sostiene que esta ley abrirá puertas y oportunidades “ilimitadas” para que los estudiantes desfavorecidos avancen en su rendimiento académico sin la pesada carga de las matrículas.

Menos coste y más graduados
La clave de estos programas reside en su impacto directo sobre la brecha económica y educativa. Al obtener créditos universitarios mientras están en la secundaria, los estudiantes reducen drásticamente el número de cursos que tendrían que pagar más tarde en una institución de educación superior.
El senador Markey destacó que la ley está diseñada para eliminar barreras para los jóvenes de primera generación universitaria y los de bajos ingresos. “La Ley de Impulso a la Educación Universitaria ampliaría estos programas, reduciendo el costo de la universidad y aumentando las tasas de graduación. Todos los estudiantes deberían tener la oportunidad de alcanzar sus sueños educativos”, afirmó.
El congresista Mark Takano, exprofesor de secundaria, añadió una perspectiva personal: en un momento en que muchos jóvenes sienten que el sueño americano está fuera de su alcance, estos programas ofrecen rigor académico y confianza. “Me enorgullece codirigir esta ley para garantizar que la riqueza de estos programas esté disponible en todos los distritos escolares, no solo en aquellos que pueden costearlos”, explicó.
Un plan de inversión sostenida
La legislación se articula en torno a una robusta estrategia de financiación y apoyo a la infraestructura educativa:
- Inversión Directa: Propone invertir 250 millones de dólares cada año para establecer subvenciones de seis años. Estos fondos se destinarían prioritariamente a escuelas preparatorias universitarias que atienden a estudiantes de bajos ingresos.
- Alianzas Estratégicas: Se crearía un programa de subvenciones competitivo para que las universidades puedan asociarse con los distritos escolares locales, fomentando el desarrollo de estos programas de acceso temprano.
- Estrategia Estatal: Se brindaría apoyo financiero a los estados para que desarrollen e implementen una estrategia coherente a nivel estatal, enfocada en aumentar el acceso a programas de doble titulación para estudiantes subrepresentados.
- Asequibilidad Total: La ley garantizaría que los estudiantes no paguen absolutamente nada por obtener créditos universitarios mientras cursan la secundaria, incluyendo la posibilidad de obtener un título técnico u otra credencial postsecundaria.
Organizaciones como la Alianza para la Educación Universitaria en la Escuela Secundaria han aplaudido la iniciativa, señalando que, si bien los estados han logrado avances en la expansión de la doble titulación, la falta de financiación e infraestructura sostenibles ha limitado su crecimiento.
La Ley de Impulso a la Educación Universitaria, insisten, proporciona los recursos necesarios para construir sistemas robustos que funcionen a gran escala para todos los estudiantes.
Estudiantes Latinos en Secundaria
Los latinos son el grupo minoritario más grande en el sistema educativo de Estados Unidos y representan una proporción significativa de la población en edad escolar.
Los estudiantes latinos constituyen aproximadamente el 25% de la población estudiantil en edad escolar (desde preescolar hasta el grado 12).
Pero en el nivel secundario que es el tema de interés inmediato de la ley que los congresistas buscan aprobar, en los últimos años, la tasa de graduación de secundaria de los estudiantes latinos ha aumentado significativamente. La cifra exacta de estudiantes latinos en los grados 11 y 12 (los que están a punto de graduarse e ingresar a la universidad) se cuenta por cientos de miles, incluso por encima del millón en el ciclo anual.
Se espera que una gran parte de ellos buscará matricularse en alguna forma de educación postsecundaria (universidades de 4 años, community colleges, o programas técnicos).
Tendencia: Las universidades en Estados Unidos están enfocando sus esfuerzos en atraer a estudiantes hispanos y latinos, ya que se espera que este número crezca en la población universitaria, mientras que las matrículas generales disminuyen.
Estudiantes dominicanos
Más específicamente, los estudiantes de ascendencia dominicana suelen concentrarse en estados con grandes comunidades de la diáspora, principalmente Nueva York, Nueva Jersey, Florida y Massachusetts.
Aunque los datos exactos de cuántos estudiantes dominicanos están en los grados finales de secundaria en 2026 no están disponibles, su número es una fracción sustancial dentro del grupo hispano general. En ciudades como Nueva York, la población dominicana en edad escolar es uno de los grupos de origen hispano más grandes y cruciales para el sistema educativo local.
