Alarma sanitaria en Guayaquil tras confirmarse la causa de las muertes. Ya son 18 fallecidos en noviembre.
Santo Domingo.-La muerte en la Penitenciaría del Litoral no siempre llega con el ruido de las balas o los motines; a veces, entra en silencio y ataca desde dentro. Las autoridades ecuatorianas se han topado esta semana con una realidad macabra: el hallazgo de diez cuerpos sin vida en el interior de este complejo carcelario de Guayaquil.
Tras las autopsias de rigor, el Ministerio del Interior ha confirmado lo que muchos temían: no fue violencia entre bandas, fue tuberculosis.
La confirmación llegó este miércoles a través de declaraciones al medio local Primicias. Las víctimas son diez hombres jóvenes y de mediana edad —entre 19 y 49 años— que fallecieron en distintas fechas a partir del pasado 14 de noviembre.
Lo que está ocurriendo tras los muros de la prisión más grande del país empieza a parecerse más a una crisis de salud pública que a un problema de seguridad convencional.
El goteo de muertes es constante y preocupante. Estos diez fallecidos se suman a otros ocho reclusos que perdieron la vida a principios de mes, tanto en el Litoral como en la cárcel Regional.
Según fuentes penitenciarias, el patrón es desolador: salvo un caso que presentaba signos de violencia, el resto de los cuerpos mostraba un deterioro físico evidente, cuadros de delgadez extrema y afecciones respiratorias severas que nadie logró frenar a tiempo.
El SNAI, organismo encargado de las prisiones, intenta gestionar una situación que parece desbordada. No es un problema nuevo; Ecuador ya vio las orejas al lobo en marzo, cuando se detectó un brote masivo de tuberculosis que afectó a doce centros penitenciarios.
De los más de 1.100 casos registrados entonces, más de la mitad se concentraban precisamente allí, en el Litoral. Lo ocurrido esta semana confirma que la enfermedad sigue enquistada en los pabellones, convirtiendo la condena de muchos en una sentencia de muerte por falta de atención médica.Con datos de Europa Press.
