Washington lo coloca entre sus fugitivos más violentos y sube la recompensa
El nombre de Ryan James Wedding dejó hace años las pistas de atletismo para aparecer en los informes policiales. Este miércoles, Estados Unidos lo situó de nuevo en el centro de la escena, pero ya no como promesa deportiva, sino como uno de los fugitivos más peligrosos del continente. El Departamento del Tesoro anunció sanciones contra él, contra nueve personas vinculadas a su círculo y contra nueve entidades que, según las autoridades, sirven de soporte económico a una red criminal desplegada entre América y Canadá.
Wedding, canadiense y ex atleta olímpico, figura entre los diez más buscados por el FBI. Lo acusan de asesinatos, narcotráfico y otros delitos de alto impacto. La recompensa por información que permita capturarlo subió hasta los 15 millones de dólares, algo más de 13 millones de euros al cambio actual. La cifra marca un salto considerable respecto a la oferta inicial y busca presionar a una red que, según los investigadores, opera con disciplina casi militar.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros describe a Wedding como un criminal violento que habría ordenado decenas de asesinatos en distintos países del continente americano. El comunicado subraya que su banda utiliza métodos precisos, tanto para planear como para ejecutar sus ataques, lo que les permite moverse sin dejar rastros evidentes. Para las autoridades estadounidenses, su nivel de coordinación y su capacidad para escapar han sido clave para que siga oculto.
El otro gran eje de las acusaciones es el negocio del narcotráfico. A Wedding se le atribuye el envío de toneladas de cocaína desde Colombia y México con destino a Estados Unidos y Canadá. También se le señala por dirigir una estructura financiera clandestina que usa criptomonedas para mover y lavar dinero. Esa red, apuntan los investigadores, habría permitido esconder cantidades millonarias sin depender de sistemas bancarios tradicionales.
Junto al ex deportista, Estados Unidos sancionó a nueve personas de diferentes nacionalidades. Entre ellas figuran un matrimonio mexicano, dos mujeres colombianas, dos ciudadanos canadienses, un hombre y una mujer de origen italiano y un británico. Todos ellos aparecen en los documentos oficiales como piezas de apoyo para operaciones logísticas, financieras o de seguridad del grupo criminal.
La presión diplomática también sube. El Departamento de Estado elevó la recompensa destinada a quien aporte datos que permitan localizar a Wedding, quien estaría escondido en México. La medida forma parte de una operación conjunta entre el FBI y los gobiernos de Canadá y México, diseñada para cortar las rutas de fuga que habría usado en los últimos años.
Además, el Gobierno estadounidense ofreció hasta dos millones de dólares por información sobre varios sicarios no identificados que habrían participado en el asesinato de un socio de Wedding ocurrido a principios de año en Medellín, Colombia. Un movimiento que busca abrir más grietas en una organización que, pese a su tensión interna, sigue activa y en expansión.
