El Comando Sur afirma que la embarcación llevaba droga hacia EE.UU.
Tres personas murieron este sábado tras un ataque militar de Estados Unidos contra una lancha señalada como parte de una red de tráfico de drogas en aguas internacionales del océano Pacífico. El incidente, confirmado por el Comando Sur, se suma a una escalada de operaciones directas contra embarcaciones que, según Washington, trasladan droga rumbo al territorio estadounidense.
De acuerdo con el comunicado oficial, los tres fallecidos eran “narcoterroristas” que viajaban a bordo de la lancha, la cual operaba en el Pacífico oriental. El ataque —calificado por el Comando Sur como un “ataque cinético letal”— fue ejecutado el 15 de noviembre por orden del secretario de Guerra, Pete Hegseth, y dirigido contra una embarcación perteneciente a una organización catalogada como terrorista.
La decisión se basó, según Washington, en información de inteligencia que habría confirmado que la lancha formaba parte de una “ruta de narcotráfico conocida”. Ese corredor marítimo, habitual en operaciones de contrabando de estupefacientes, ha sido objetivo de un creciente número de acciones armadas autorizadas por el Gobierno estadounidense en las últimas semanas.
Con este nuevo episodio, ya son 21 las operaciones militares realizadas recientemente contra presuntos narcotraficantes en la región, con un saldo total de 83 muertos de acuerdo con los propios reportes emitidos por Estados Unidos. La frecuencia y contundencia de estos ataques subrayan el cambio de estrategia impulsado por la administración del presidente Donald Trump, que ha endurecido el discurso y la respuesta militar en el Caribe y el Pacífico oriental.
Colombia y, sobre todo, Venezuela se han convertido en los principales objetivos de esta ofensiva. Trump ha reiterado públicamente su inconformidad con el gobierno de Nicolás Maduro, señalando que las tensiones con Caracas responden a “muchas razones”, siendo el narcotráfico solo una de ellas.
Días antes, el mandatario ya había autorizado a la CIA a ejecutar operaciones dentro de territorio venezolano. En respuesta, Maduro ordenó un despliegue indefinido de tropas y recursos en cinco provincias, ampliando la movilización militar de más de 15.000 soldados que siguió al primer ataque estadounidense contra embarcaciones en el Caribe.
Este nuevo incidente vuelve a encender las alarmas sobre el riesgo de una mayor escalada en la región, donde la lucha contra el narcotráfico se ha entrelazado con tensiones políticas y movimientos militares cada vez más frecuentes.

