El portaviones Gerald R. Ford se une a la 'Lanza del Sur' mientras Caracas denuncia una "guerra" por el petróleo.
El Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM) confirmó este domingo la entrada del grupo de ataque del portaviones USS Gerald R. Ford en aguas del mar Caribe. Este despliegue, que eleva dramáticamente la presencia militar estadounidense en la región, se enmarca en la denominada operación militar ‘Lanza del Sur’, anunciada el jueves por el Pentágono con el objetivo de "eliminar a los narcoterroristas" en el hemisferio occidental.
El almirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur, justificó la acción con un tono de advertencia. "Mediante un compromiso inquebrantable y el uso preciso de nuestras fuerzas, estamos preparados para combatir las amenazas transnacionales que buscan desestabilizar nuestra región," declaró Holsey, subrayando que el despliegue del portaviones más grande del mundo es un paso "crucial" para proteger la seguridad del territorio estadounidense y del hemisferio.
El USS Gerald R. Ford, pieza central de la flota, se unirá a las fuerzas ya activas en la zona, incluyendo el grupo anfibio de combate USS Iwo Jima. Juntos, forman la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear, creada, según SOUTHCOM, para "derrotar y desmantelar las redes criminales" que explotan las fronteras y dominios marítimos compartidos.
El despliegue es de alto calibre e incluye los 9 escuadrones embarcados del Ala Aérea Embarcada Ocho, así como una escolta pesada de destructores de misiles guiados clase Arleigh Burke: el USS Bainbridge (DDG 96), el USS Mahan (DDG 72) y el buque de defensa aérea y antimisiles USS Winston S. Churchill (DDG 81).
La verdadera razón de la agresión
Este imponente aumento de la presencia militar estadounidense frente a las costas de Venezuela se ha mantenido desde el mes de agosto, con el constante despliegue de buques de guerra, submarinos y aviones de combate.
Durante este operativo, los militares han ejecutado varios bombardeos contra presuntas lanchas de drogas, dejando un trágico saldo mortal de al menos 70 personas en el mar Caribe y el océano Pacífico.
Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado en repetidas ocasiones que estas maniobras no son una lucha contra el narcotráfico, sino una excusa para la intervención y el cambio de régimen.
"La verdad es que Venezuela es inocente, y todo lo que se está haciendo contra Venezuela es para justificar una guerra, un cambio de régimen y robarnos la inmensa riqueza petrolera," fustigó Maduro, recordando que el país posee la principal reserva de petróleo y la cuarta de gas del mundo.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, reforzó esta postura, afirmando que los recursos naturales del país son un "gran peligro" y un objetivo para fuerzas externas que buscan el control bélico. Rodríguez acusó a una "clase antipolítica, fascista, extremista" interna de haber prometido entregar estos recursos a "centros de poder en Washington."
Además, el argumento antidrogas de EE. UU. pierde peso frente a informes de la ONU y la propia Administración de Control de Drogas de EE. UU. (DEA), que señalan que más del 80% de los estupefacientes que llegan al norte utilizan la ruta del Pacífico, descartando a Venezuela como un punto caliente de producción o tráfico principal.

