Alerta máxima: 21,000 evacuados tras hallar en Núremberg una bomba aérea estadounidense de 450 kg
La Segunda Guerra Mundial, concluida hace más de 80 años, continúa proyectando su sombra sobre la población alemana. Esta vez, fue en Núremberg donde el pasado bélico resurgió con una fuerza inquietante. El descubrimiento de una bomba aérea estadounidense, un remanente letal de los intensos bombardeos aliados, obligó a la administración municipal a decretar la mayor evacuación que la ciudad haya visto por un hallazgo de este tipo.
El artefacto, de unos 450 kilogramos, fue detectado de manera fortuita durante unas obras en la zona de Avenariusstrasse 35, justo detrás de la histórica fortaleza de Veste. La magnitud del peligro llevó a las autoridades a establecer un perímetro de seguridad extremo de 800 metros, forzando la evacuación de hasta 21,000 residentes de sus hogares.
La logística de este desalojo masivo se puso en marcha con una precisión típicamente alemana. La operación se inició a las 20:30 horas y se prolongó hasta cerca de las 02:20 de la madrugada, mostrando la seriedad con la que se toma la amenaza. Para facilitar el traslado de los afectados, la empresa de transporte público VAG puso a disposición una decena de autobuses.
El corazón de la ciudad, paralizado
El descubrimiento no solo afectó a los residentes; el perímetro de seguridad ha provocado el cierre total de varias calles, carreteras clave y la suspensión de líneas de transporte público en toda la zona de influencia. Núremberg ha estado, literalmente, paralizada en esa sección.
Según la última información de la administración municipal, el momento crítico está programado para la noche de este sábado, cuando se llevará a cabo la delicada desactivación del explosivo.
Mientras llega esa hora, la zona permanece blindada. En el lugar se mantiene un despliegue masivo de servicios de emergencia: bomberos, unidades de rescate, policía y la THW (Agencia Federal de Ayuda Técnica).
A la cabeza de la operación se encuentran tres expertos en desactivación de explosivos, los únicos capaces de manejar el artefacto.
Las autoridades han advertido que, llegado el momento de la manipulación, el nivel de seguridad subirá aún más. “Cuando llegue el momento, también se cerrará el espacio aéreo y se suspenderá el tráfico de la VAG durante ese período”, confirmaron, demostrando que el protocolo de seguridad no permite el más mínimo margen de error.
Este evento es un recordatorio palpable de que, a pesar de los años, el riesgo de las municiones sin detonar sigue siendo un desafío constante para la ingeniería civil y la seguridad pública en Alemania. on datos de Europa Press.

