Osiris Guzmán plantea un plan nacional para evitar futuros apagones
El ingeniero Osiris Guzmán Delgado volvió a poner sobre la mesa un tema que parece repetirse cada cierto tiempo: la fragilidad del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI). Aunque reconoce que el sistema ha avanzado desde su creación en los años 50, advierte que las debilidades técnicas aún pesan lo suficiente como para disparar un apagón nacional como el ocurrido el pasado martes.
Guzmán, industrial con maestría en energía renovable y con experiencia en organismos reguladores, no habló en términos alarmistas, pero sí con firmeza. Según explicó, el evento reciente confirma que el país necesita reforzar sin demora los mecanismos de protección, monitoreo y respuesta del SENI. Para él, no es solo una recomendación técnica: es una obligación si se quiere evitar que una falla aislada se convierta en una crisis nacional.
Su propuesta central gira en torno a un Plan Nacional de Fortalecimiento del Sistema de Protección y Control, orientado a reducir la frecuencia de los apagones generales, acortar los tiempos de recuperación y elevar la confiabilidad del servicio en todo el territorio. No es un plan improvisado. Se basa en acciones concretas que, a su juicio, ya deberían estar en marcha.
Entre las medidas más urgentes se menciona la instalación de sistemas automáticos capaces de detectar fallas internas en subestaciones y aislarlas antes de que el problema se expanda. También insiste en la sustitución de equipos tradicionales por relés digitales inteligentes que reaccionen en milisegundos ante variaciones peligrosas de corriente o voltaje.
Otra de sus recomendaciones es establecer mecanismos automáticos para redistribuir la carga cuando haya desequilibrios, con el fin de evitar el efecto dominó que suele desembocar en un apagón general. A esto se suma la necesidad de reforzar la comunicación interna del SENI mediante redes de fibra óptica y enlaces redundantes, junto con la instalación de Unidades de Medición Fasorial que permitan observar el comportamiento del sistema en tiempo real.
El ingeniero propone además protocolos de restablecimiento que prioricen servicios críticos —hospitales, acueductos, telecomunicaciones y zonas turísticas— y programas permanentes de capacitación técnica que mantengan al personal actualizado y preparado para responder a emergencias.
Para Guzmán, el apagón del 11 de noviembre de 2025 fue una llamada de atención que el país no puede ignorar. “El SENI necesita una política técnica integral que incorpore tecnología moderna, comunicación continua y personal altamente capacitado”, afirma. Solo así, asegura, se podrá garantizar una red eléctrica resistente y confiable para los próximos años.

