Con la reapertura del gobierno, los mercados esperan cifras atrasadas que definirán el rumbo económico
NUEVA YORK.–El cierre del gobierno estadounidense finalmente ha terminado, y con él comienza una nueva etapa de incertidumbre: la de los datos atrasados. Los mercados financieros, que durante más de cuarenta días navegaron a ciegas, se preparan ahora para una avalancha de informes económicos que podrían alterar las proyecciones del cierre de año.
El director ejecutivo de deVere Group, Nigel Green, advirtió que lo que realmente moverá a los inversores no es la reapertura en sí, sino la información que se publicará en los próximos días. “Entramos en un periodo en el que varios informes cruciales, aunque retrasados, saldrán casi de golpe. Esto cambiará el pulso de los mercados”, dijo.

La actividad gubernamental había estado paralizada desde el 1 de octubre, dejando a miles de empleados federales fuera de sus funciones. El regreso del personal comenzó este jueves, aunque las agencias necesitarán tiempo para ponerse al día con pagos, documentos y reportes acumulados. La firma del proyecto de ley por parte del presidente Donald Trump puso fin a la parálisis, pero la maquinaria estatal tardará semanas en recuperar el ritmo.
Los inversores miran los datos, no la política
Los mercados reaccionaron con alivio al fin del estancamiento, pero el foco no está en la política, sino en la economía real. Los informes pendientes —empleo, inflación y gasto— determinarán si la desaceleración económica se mantiene bajo control o si el parón amplificó los daños.
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Los datos del sector privado ya dan señales de alerta: las pérdidas de empleo promediaron más de 11.000 por semana durante octubre, y la estimación en tiempo real de la Reserva Federal de Chicago apunta a un leve aumento del desempleo respecto a septiembre. Aunque nada dramático, el panorama sugiere que el mercado laboral podría estar perdiendo impulso.
Green señala que “los inversores necesitan una confirmación oficial. Si el enfriamiento es moderado, la Fed podría optar por una bajada de tipos en diciembre. Pero si los números son peores de lo esperado, el banco central podría esperar más antes de actuar”.
Los datos decidirán la dirección de la FED
El debate entre los analistas está abierto. Algunos prevén una reducción de tasas si los próximos informes confirman la moderación de la inflación y la estabilidad del empleo. Otros creen que la Reserva Federal esperará más de un mes de cifras positivas antes de mover ficha.
Mientras tanto, los inversores se preparan para interpretar la nueva ola de datos con la esperanza de que la economía mantenga su resiliencia. Las grandes tecnológicas y las compañías vinculadas al consumo y la inversión podrían ser las primeras beneficiadas si el panorama se aclara.
“La verdadera historia comienza ahora”, concluye Green. “Con el regreso de las agencias, los mercados vuelven a tener brújula. Los próximos reportes sobre contratación, precios y gasto marcarán el rumbo del cierre del año y revelarán si la economía estadounidense sigue firme o comienza a flaquear”.
