La recompensa busca a los autores del ataque con dron que derribó un helicóptero Black Hawk, matando a 13 policías.
BOGOTÁ. Las autoridades de Estados Unidos han puesto precio a la cabeza de los responsables de uno de los ataques más sangrientos de los últimos meses en Colombia. Washington anunció este miércoles una recompensa de hasta cinco millones de dólares (unos 4.3 millones de euros) a cambio de información que conduzca a la captura de los autores del atentado que, a mediados de agosto, costó la vida a trece policías en el noroeste del país.
La Embajada estadounidense en Bogotá lanzó la oferta directamente a través de sus redes sociales, señalando al grupo responsable: “¿Tiene información sobre el atentado del 21 de agosto vinculado al Frente 36 del EMBF (disidencias de las FARC-EP)? Su ayuda puede llevar a los responsables ante la justicia y usted puede ser elegible para recompensa y reubicación”.
La legación diplomática no solo recordó la masacre, sino que subrayó el alcance internacional del crimen: el helicóptero siniestrado era un Black Hawk propiedad de Estados Unidos. La aeronave transportaba un equipo de la Policía Nacional colombiana que se encontraba en un operativo de erradicación de hojas de coca en la convulsa región del Bajo Cauca.
El ataque se ejecutó con un explosivo lanzado por un dron al paso de la aeronave por Amalfi, en el departamento de Antioquia. Trece uniformados murieron y otros cuatro resultaron heridos, mientras la aeronave quedó reducida a chatarra.
Una Colombia en vilo: el contexto de la violencia
Aquel trágico mes de agosto estuvo marcado por la conmoción nacional. El derribo del helicóptero coincidió con otro ataque devastador —también atribuido a disidencias de las FARC— que dejó ocho muertos y cerca de 80 heridos en Cali, cerca de un cuartel del Ejército.
El Frente 36, señalado por Washington, es una estructura bajo el mando de Alexander Díaz Mendoza, alias ‘Calarcá Córdoba’. Este frente es parte del EMBF (Estado Mayor de Bloques y Frentes), una escisión del EMC de alias ‘Iván Mordisco’, que se ha mostrado más partidario de negociar la paz con el Gobierno de Gustavo Petro.
La tregua con el EMBF, prorrogada por el Ejecutivo colombiano en octubre de 2024, se rompió definitivamente en abril de este año tras una emboscada que se saldó con siete militares muertos.
El panorama se complica debido a la autonomía operativa de estos bloques y frentes, que se erigen como herederos de las FARC después de que sus dirigentes históricos se desmovilizaran o murieran tras los acuerdos de La Habana de 2016.
La recompensa estadounidense es un claro indicio de la determinación por desarticular estas estructuras armadas que continúan sembrando el terror en la región. Con datos de Europa Press.