La biología del envejecimiento da dos saltos drásticos: a los 44 y justo después de los 60.
NUEVA YORK.-El mito de que envejecemos de forma gradual y lineal acaba de ser desmantelado por la ciencia. Una nueva investigación publicada en la revista Nature Aging concluye que la biología del cuerpo humano experimenta dos aceleraciones bruscas y dramáticas en el camino hacia la vejez: una alrededor de los 44 años y otra al acercarse a los 60.
"No solo cambiamos gradualmente con el tiempo, se producen cambios realmente drásticos," explicó el genetista Michael Snyder, de la Universidad de Stanford, quien codirigió la investigación.
Snyder y su equipo se propusieron descifrar la biología molecular del envejecimiento. La idea partió de una observación simple pero fundamental: muchas enfermedades ligadas a la edad, como el Alzheimer o las afecciones cardiovasculares, no aumentan lentamente, sino que se disparan a partir de ciertas edades.
Para entender ese fenómeno, los investigadores rastrearon a 108 adultos, tomando muestras biológicas cada pocos meses durante varios años, creando una ventana detallada a los cambios internos.
Picos moleculares: 44 y 60 años
El seguimiento masivo reveló un patrón distintivo: la abundancia de muchos tipos de moléculas clave en el cuerpo humano cambiaba radicalmente en dos fases específicas. Casi el 81 por ciento de todas las moléculas analizadas mostraron variaciones significativas en una o ambas etapas.
El primer pico, que ocurre a mediados de los 40, está marcado por una intensa reestructuración metabólica. Se observaron cambios en moléculas relacionadas con el metabolismo de lípidos, cafeína y alcohol, además de una conexión clara con las enfermedades cardiovasculares y ciertas disfunciones en la piel y los músculos. Esta es una época de transición biológica profunda.
La segunda gran oleada de cambios llega a principios de los 60. Este pico se asocia con el metabolismo de los carbohidratos, la regulación inmunitaria, la función renal y, nuevamente, con las enfermedades cardiovasculares, la piel y los músculos.
Más allá de la menopausia
Una de las preguntas clave era si el primer gran salto (a los 44 años) se debía simplemente al inicio de la menopausia o la perimenopausia en las mujeres. Los investigadores lo descartaron como factor principal.
Xiaotao Shen, metabolómico y primer autor del estudio, señaló que los hombres también experimentan cambios moleculares significativos a esa misma edad. "Esto sugiere que, si bien la menopausia… puede contribuir a los cambios observados en las mujeres a mediados de los 40, probablemente existan otros factores más importantes que influyan en estos cambios tanto en hombres como en mujeres," explicó.
Lo cierto es que el envejecimiento no es una pendiente suave, sino una escalera con dos escalones muy marcados. Estos hallazgos abren una puerta fundamental para la medicina de precisión: identificar y quizás mitigar estos puntos de inflexión biológica podría ser la clave para un envejecimiento más saludable.

