El precio de la crisis climática; los países pobres, los más golpeados.
NUEVA YORK.-La crisis climática ya no es una predicción, sino la realidad cruda que vivimos. Un nuevo informe, publicado por la iniciativa política Germanwatch, arroja cifras escalofriantes que ponen la escala de la catástrofe en perspectiva: los fenómenos meteorológicos extremos han cobrado la vida de más de 832.000 personas en todo el mundo y han causado pérdidas económicas que superan los 4,5 billones de dólares entre 1995 y 2024.
El Índice de Riesgo Climático (IRC) 2026, presentado este martes en el marco de la 30.ª Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP30) en Belém, Brasil, utiliza datos de la base de desastres EM-DAT, el FMI y el Banco Mundial para dibujar un panorama sombrío. El reporte destaca que la intensificación de las tormentas, inundaciones, sequías y, sobre todo, las olas de calor, está generando una devastación imparable.
El azote del sur global
Aunque el informe destaca que "ningún país es inmune" al desastre climático, la balanza del sufrimiento se inclina dramáticamente hacia el Sur Global. Las naciones de bajos ingresos y los pequeños estados insulares cargan con el peso de la destrucción.
El análisis a largo plazo (1995-2024) sitúa a Dominica a la cabeza de la clasificación, seguida de Myanmar, Honduras y Libia, demostrando cómo la vulnerabilidad económica agrava el impacto de los eventos. En el año 2024, los más golpeados fueron pequeños países como San Vicente y las Granadinas, Granada y Chad.
La coautora del informe y asesora principal de Germanwatch, Vera Künzel, lo expresó sin rodeos: países como India, Haití y Filipinas sufren fenómenos tan recurrentes —desde ciclones hasta olas de calor mortales— que la capacidad de recuperación ya no alcanza a compensar los daños acumulados.
Tormentas y calor, los asesinos silenciosos
La investigación documenta más de 9.700 fenómenos meteorológicos extremos desde 1995. Dos de ellos son responsables de la mayor parte de la tragedia: las tormentas y las olas de calor. Ambos han causado aproximadamente un tercio de todas las muertes. Por su parte, las inundaciones han afectado a casi la mitad de los damnificados, demostrando su alcance masivo.
En términos económicos, las tormentas se llevan el premio a la destrucción. Representan un 58% de todas las pérdidas económicas registradas en el periodo, una cifra que asciende a 2,64 billones de dólares.
Laura Schäfer, directora de política climática internacional de Germanwatch, cerró la presentación con una advertencia contundente: "El cambio climático no es una amenaza lejana, sino la realidad que nos define hoy".
Y el año 2024 lo confirmó: fue el más cálido jamás registrado, superando por primera vez los 1,5C por encima de los niveles preindustriales, intensificando la formación de huracanes y las inundaciones repentinas en todo el planeta.

