El rescate de un niño de 11 años mitiga el dolor tras el dramático suceso en la playa sureña.
PERAVIA, República Dominicana. — La tarde de este domingo se vistió de luto en la provincia de Peravia. Una tragedia conmocionó a la comunidad de Baní cuando Eridania Rodríguez Péguero, una profesora de 51 años residente en San Pedro de Macorís, perdió la vida en las peligrosas aguas de Playa Las Salinas.
El fatal desenlace ocurrió cuando Rodríguez Péguero, movida por un impulso maternal, se lanzó al mar para auxiliar a sus dos hijos, quienes se encontraban en apuros en una zona de la playa conocida por sus fuertes corrientes y marcada como prohibida para bañistas.
Lamentablemente, en el intento de rescate, la valiente madre pereció junto a su hijo Alexander Alemán Rodríguez, de 14 años de edad.
No obstante, en medio del dolor y la desesperación, la rápida intervención de equipos de emergencia logró evitar una tragedia aún mayor. El segundo hijo de la víctima, Alejandro, de apenas 11 años, fue sacado con vida del agua. Tras el dramático rescate, el menor fue trasladado de inmediato a la sala de emergencias del hospital Nuestra Señora de Regla, en Baní, donde actualmente recibe la atención médica necesaria.
El suceso atrajo la presencia de múltiples organismos de seguridad y socorro al lugar. Una unidad del Cuerpo de Bomberos del municipio de Matanzas, así como personal del Sistema 911, la Policía Turística (POLITUR) y la Armada Dominicana se hicieron presentes para apoyar las labores.
También acudió al sitio el director de la Regional Sur Central de la Policía Nacional, el coronel Glauco Alejandro Mercedes, quien coordinó las acciones de los agentes.
Las autoridades competentes procedieron con el levantamiento de los cuerpos. La médico legista Gerlina Medina Sena, en compañía de la magistrada Gaudy Castillo y miembros de la Policía Científica, realizó las diligencias de rigor. Ambos cadáveres fueron remitidos a la morgue del mismo hospital banilejo para los fines correspondientes.
La noticia ha generado una profunda tristeza en la comunidad educativa de San Pedro de Macorís, de donde era oriunda la docente, quien es recordada por sus allegados como una madre dedicada y una profesional ejemplar.
Este evento sirve como un duro recordatorio sobre los riesgos que implica ignorar las señalizaciones de seguridad en las zonas costeras, un peligro que se cobra vidas cada año en las playas del país. La comunidad espera que el pequeño Alejandro se recupere pronto de este doloroso golpe familiar.

