La iniciativa busca implementar microcredenciales con estándares europeos
Santo Domingo, República Dominicana. — En un momento en que la educación superior enfrenta el reto de adaptarse a un mundo laboral cada vez más dinámico, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) presentó el Proyecto Mochila, una propuesta que promete cambiar la forma en que se reconoce el aprendizaje en las universidades del país y la región.
La iniciativa, respaldada por el programa Erasmus+ de la Unión Europea, tiene como objetivo principal introducir y fortalecer el uso de microcredenciales en las instituciones de educación superior de América Latina y el Caribe. ¿Qué significa esto en términos prácticos?
Las Micro credenciales son certificaciones específicas que validan habilidades o conocimientos adquiridos en cursos cortos o capacitaciones, evaluados bajo criterios claros y transparentes. No sustituyen los títulos tradicionales, pero sí complementan la formación académica, ofreciendo una vía más flexible y rápida para responder a las exigencias del mercado laboral.
El Proyecto Mochila —nombre que evoca la idea de llevar consigo herramientas útiles para el camino profesional— busca adaptar la experiencia europea en este campo al contexto latinoamericano. Para ello, se ha conformado una red de colaboración entre universidades de República Dominicana, México, Guatemala, Chile y varias instituciones europeas, con el fin de establecer estándares de calidad y reconocimiento internacional.
La presentación oficial del proyecto se realizó en el Aula Radial del Edificio de Ciencias de la Salud del INTEC, en un encuentro que reunió a autoridades académicas, representantes de organismos internacionales y expertos en innovación educativa.
Carlos Alario Hoyos, de la Universidad Carlos III de Madrid, lideró la exposición de los avances del proyecto en su primer año de ejecución, destacando la creación de un marco de referencia para emitir microcredenciales, el fortalecimiento institucional y el uso de tecnología para garantizar su trazabilidad y validación digital.
Además, el proyecto contempla la instalación de unidades especializadas en cada universidad participante y la realización de talleres de formación dirigidos a docentes, técnicos y personal administrativo. En el caso de INTEC, se espera capacitar al menos a 2,000 personas durante la fase piloto, con miras a extender el modelo a otras instituciones interesadas.
Luisa Taveras, decana de la División de Desarrollo Académico del INTEC, subrayó la importancia de esta iniciativa en el contexto de la reforma curricular que vive la universidad. “Este proyecto no solo nos conecta con una red académica internacional, también nos obliga a repensar cómo enseñamos, cómo evaluamos y cómo nos adaptamos a las necesidades reales del entorno laboral”, afirmó.
El evento contó con la presencia de Alexander Gotz, representante de la Unión Europea, así como de autoridades del INTEC como Rosario Arostegui, vicerrectora de Investigación y Vinculación, y María Luisa Ferrand, directora de Movilidad Institucional.
En definitiva, el Proyecto Mochila no es solo una apuesta por la innovación educativa, sino una invitación a las universidades de la región a abrirse a nuevas formas de enseñar, certificar y conectar con el mundo profesional. Una mochila cargada de posibilidades para quienes entienden que el aprendizaje ya no cabe solo en un título.
