Un informe del PNUD alerta que las cosechas podrían caer hasta un 40% antes de fin de siglo
SANTO DOMINGO.-El cambio climático avanza como una sombra que amenaza no solo el medioambiente, sino también la capacidad del planeta para alimentar a su población. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advierte que el aumento de las temperaturas reducirá de forma drástica la productividad agrícola y afectará el bienestar humano, especialmente en los países con menos recursos para adaptarse.
De acuerdo con el estudio, los países más pobres podrían sufrir una disminución de entre 25 % y 30 % en la producción agrícola promedio hacia finales de este siglo, si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen en niveles muy altos.
El impacto se sentirá con mayor fuerza en regiones que ya enfrentan dificultades estructurales, como el África subsahariana y partes de Asia, donde la agricultura depende casi por completo de la lluvia.
El análisis forma parte de la plataforma Human Climate Horizons, impulsada por el PNUD, y se centra en seis cultivos básicos: maíz, arroz, trigo, soja, yuca y sorgo.
Según el informe, incluso considerando medidas de adaptación, más del 90 % de los países estudiados verán caer sus rendimientos agrícolas hacia finales de siglo.
Pero el problema no se limita al mundo en desarrollo. Las llamadas “potencias agrícolas”, consideradas los grandes graneros del planeta, también enfrentarán pérdidas severas. En un escenario de calentamiento extremo, podrían registrar reducciones de hasta 40 % en sus cosechas, lo que pondría en jaque los precios de los alimentos, el comercio global y la estabilidad económica.
“El cambio climático no es solo un desafío ambiental; es una crisis de desarrollo humano”, advirtió Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD. Según explicó, “las cosechas abundantes no solo garantizan alimentos, sino que sostienen economías enteras, generan empleo y permiten diversificar la producción”.
El informe del PNUD llega en un contexto preocupante. La FAO, en su más reciente estudio El Estado de la Alimentación y la Agricultura 2025, recordó que la degradación del suelo causada por la actividad humana ya redujo la productividad agrícola mundial en al menos 10 %, afectando los medios de vida de 1,700 millones de personas.
En ese sentido, el PNUD advierte que el cambio climático no actúa de forma aislada, sino que golpea un sistema alimentario ya debilitado, creando una verdadera “tormenta perfecta” para la seguridad alimentaria mundial.
Sin embargo, el informe también deja una nota de esperanza: si los países logran reducir las emisiones a niveles moderados, las pérdidas agrícolas hacia 2100 serían menos de la mitad en comparación con los escenarios de altas emisiones.
Estos hallazgos, subraya el organismo, se alinean con la Declaración de Belém sobre hambre, pobreza y acción climática centrada en las personas, que se discutirá en la COP30, del 10 de noviembre en Brasil.
Para Conceição, el mensaje es claro: “Garantizar alimentos suficientes y nutritivos para todos no es solo una cuestión de supervivencia, sino de dignidad y desarrollo humano”. Con datos de la agencia IPS.

