El congreso propone repensar la enseñanza ante el avance de la inteligencia artificial
Santo Domingo, D.N. — En un salón lleno de educadores, empresarios y expertos en tecnología, la palabra “humanidad” sonó con fuerza. Acción Empresarial por la Educación (EDUCA) presentó este martes la vigésimo novena edición de su congreso internacional APRENDO 2025, bajo el lema “Inteligencia humana en la era digital”. El mensaje fue claro: el país necesita revisar su modelo educativo antes de que el futuro lo rebase.

Con el respaldo del Banco Popular, la organización convocó a más de quinientos participantes, entre docentes, investigadores y representantes de organismos internacionales, para discutir cómo enfrentar los desafíos que trae la inteligencia artificial al aula. En el ambiente se respiraba preocupación, pero también esperanza.
“La tecnología no sustituye al docente; lo fortalece”, afirmó con énfasis Susana Martínez, presidenta de EDUCA, durante su discurso inaugural. Detrás de ella, una pantalla proyectaba imágenes de aulas digitales y estudiantes usando tabletas. Martínez insistió en que el país ha avanzado, pero aún enfrenta brechas graves en lectura y matemáticas, dos heridas que —según dijo— siguen frenando el aprendizaje real.
“La inteligencia artificial solo tiene valor cuando mejora la vida de las personas. Ningún algoritmo reemplaza la pasión de un profesor que inspira”, remató entre aplausos.
La propuesta de EDUCA pasa por una agenda educativa más coherente, con foco en resultados tangibles y en la formación de competencias digitales y socioemocionales. Martínez también abogó por despolitizar el sistema educativo, priorizando el mérito y la carrera docente, y por reimpulsar el Pacto Nacional para la Reforma Educativa.
Desde el sector empresarial, José Mármol, vicepresidente ejecutivo de Comunicaciones del Grupo Popular, subrayó la conexión entre ética y progreso. “El verdadero avance no se mide solo en tecnología, sino en la capacidad de formar ciudadanos solidarios y conscientes”, expresó. Su intervención resonó entre los asistentes, que tomaban nota en sus laptops mientras asentían con discreción.
La directora ejecutiva de EDUCA, Yahaira Sosa Machado, llevó la reflexión un paso más allá: incorporar la inteligencia artificial, dijo, requiere un cambio cultural que involucre no solo a las escuelas, sino también a las familias. “La tecnología debe servir para reducir brechas, no para ampliarlas”, enfatizó.
En esa línea, Aprendo 2025 se articula en tres ejes temáticos: Educación humana en la era digital, Ética y responsabilidad en el uso de tecnologías, e Innovación y metodologías inmersivas STEAM. El congreso incluirá conferencias magistrales, paneles y talleres prácticos.
Entre los invitados figuran Gabriela Ramos, de la UNESCO, promotora de la ética en la IA; Boyd Bradbury, experto en liderazgo educativo de la Universidad Estatal de Minnesota; y Juan Camilo Salas, académico latinoamericano especializado en educación y filosofía.
Más allá del brillo de las pantallas y los discursos, lo que se respiró en Santo Domingo fue una preocupación compartida: cómo asegurar que el avance tecnológico no deshumanice la enseñanza. EDUCA lo resumió en una idea sencilla pero contundente: sin empatía, no hay educación posible.

