CEO de TEDCAP urge al sector privado a liderar la mitigación ante riesgos climáticos cíclicos
SANTO DOMINGO. La reciente embestida del huracán Melissa sobre el Caribe no debería leerse como un mero desastre natural, sino como una cruda evaluación de la capacidad de la República Dominicana para soportar eventos extremos. Así lo advirtió Peter Bäckman, CEO de TEDCAP y reconocido experto en manejo de riesgos, quien fue categórico: el paso de Melissa "no fue una sorpresa, sino una auditoría de resiliencia".
El diagnóstico de Bäckman es directo y señala una falla estructural que se repite cada temporada ciclónica. Para el especialista, la recurrente crisis tras cada fenómeno atmosférico tiene un origen claro: "un sector privado que espera la asistencia estatal en lugar de construir su propia resiliencia".
Las cifras que dejó Melissa son un testimonio innegable de esta vulnerabilidad: más de 1.1 millones de dominicanos sin acceso a agua potable y cerca de 200 viviendas destruidas o dañadas.
Según Bäckman, este panorama demuestra que el precio de la inacción ya no es una simple pérdida material, sino un costo multidimensional que afecta la continuidad operativa, los empleos y la reputación nacional.

La peligrosa ficción del subsidio al riesgo
Desde la óptica de Bäckman, la estrategia de "reconstruir lo mismo" es insostenible. El experto enfatiza que los riesgos climáticos que hoy son cíclicos deben ser activamente mitigados con una agenda nacional de preparación técnica, simulacros constantes y, sobre todo, una actualización profunda de las infraestructuras críticas. Esto incluye el esencial retrofitting de edificaciones para resistir huracanes y terremotos.
"El riesgo no puede seguir subsidiándose", sentenció.
La falta de visión a largo plazo coloca al país en una posición de fragilidad. Mientras naciones como Dubái, tras sus primeras inundaciones, invirtieron miles de millones en sistemas de drenaje de vanguardia y gestión urbana resiliente, la República Dominicana parece atrapada en un ciclo de reparar sistemas frágiles año tras año.
El cambio climático, advierte Bäckman, no es una amenaza lejana, sino "una condición estructural que acelera los ciclos meteorológicos".
El liderazgo que espera el sector privado
El llamado más urgente del CEO de TEDCAP apunta al liderazgo empresarial. Bäckman subraya que la sostenibilidad económica del país depende de un cambio de paradigma: el sector privado debe dejar de ser un actor pasivo y convertirse en el protagonista de la resiliencia nacional.
"El Estado puede alertar, coordinar y legislar, pero solo el sector privado puede operacionalizar la resiliencia", afirmó. La inversión en prevención es, de hecho, una estrategia financiera inteligente: "Cada peso invertido en prevención ahorra cuatro en reconstrucción. Cada hora de inactividad evitada mantiene a un trabajador empleado y a una comunidad estable".
Bäckman, con experiencia como asesor del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), promueve activamente mecanismos como la Gestión de Continuidad del Negocio (ISO 22301) y los seguros paramétricos para blindar la economía ante amenazas conocidas.
Resiliencia como estrategia económica compartida
Ante una deuda pública creciente, el experto advierte que el Estado, por sí solo, no puede seguir absorbiendo el costo de cada tormenta. Se hace imperativa una sinergia fiscal y técnica.
Su propuesta es vincular de manera concreta las inversiones privadas en reducción de riesgos con incentivos públicos tangibles: créditos fiscales, permisos acelerados o prioridad logística en momentos de emergencia. El objetivo es claro: transformar la resiliencia en una estrategia económica compartida, en lugar de una mera respuesta humanitaria.
"La República Dominicana no necesita esperar al próximo huracán para demostrar que aprendió la lección; necesita actuar ahora", concluyó Bäckman.

