El Pentágono intensifica su ofensiva marítima; ya son más de 70 muertos en dos meses
MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) – El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó este martes la muerte de dos presuntos “narcoterroristas” tras un ataque militar en aguas del Pacífico. La operación, ordenada directamente por el presidente Donald Trump, forma parte de la campaña que Washington mantiene contra embarcaciones sospechosas de transportar drogas, una ofensiva que ya ha dejado más de 60 muertos en el Caribe y al menos una decena en el Pacífico.
“Hoy, por orden del presidente, el Departamento de Guerra ha ejecutado un ataque cinético letal contra un buque operado por una organización terrorista designada”, publicó Hegseth en su cuenta de X. Según el funcionario, la acción se llevó a cabo en aguas internacionales y ningún militar estadounidense resultó herido.
El Pentágono sostiene que la lancha abatida transitaba una de las rutas más usadas por el narcotráfico en el Pacífico y que transportaba una “cantidad significativa de narcóticos”. Hegseth insistió en que el Gobierno seguirá destruyendo toda embarcación que intente “envenenar a nuestros ciudadanos con drogas”.
La nueva operación se enmarca en una estrategia cada vez más agresiva de Estados Unidos contra el tráfico marítimo de estupefacientes. Desde septiembre, las Fuerzas Armadas han bombardeado una veintena de objetivos, principalmente en el Caribe y el Pacífico oriental, bajo la justificación de frenar a organizaciones vinculadas a los cárteles latinoamericanos.
“Proteger la patria es nuestra máxima prioridad. Ningún terrorista del cártel tiene la más mínima oportunidad contra las Fuerzas Armadas estadounidenses”, afirmó Hegseth en un mensaje que repite el tono desafiante de las últimas semanas.
Aunque la Casa Blanca califica las operaciones como “acciones preventivas contra el terrorismo y el narcotráfico”, varias organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por la falta de transparencia. No se han difundido pruebas sobre la identidad de los supuestos narcotraficantes ni se ha detallado si existió algún intento previo de interceptar las embarcaciones antes del uso de fuerza letal.
Los ataques, realizados con drones y misiles guiados, se justifican en la doctrina de “defensa ampliada” adoptada por el Gobierno de Trump, que considera el narcotráfico una amenaza directa a la seguridad nacional. Con esta nueva operación, la cifra de fallecidos en la ofensiva marítima de Washington supera los 70, sin que hasta ahora se haya reportado la incautación significativa de drogas o detenciones relacionadas.
Mientras tanto, en América Latina, los gobiernos de la región guardan silencio o evitan pronunciarse abiertamente sobre una campaña que, aunque respaldada por Washington, comienza a generar tensiones diplomáticas por el uso de la fuerza en aguas internacionales.

