Fundación Vida Sin Violencia revela que los huérfanos por feminicidios crecieron un 46% en 2025.
SANTO DOMINGO. — En la República Dominicana, el drama detrás de los feminicidios íntimos se vuelve cada vez más desgarrador. No solo por las vidas de mujeres arrebatadas, sino por los niños y adolescentes que quedan huérfanos, muchos testigos directos de la tragedia. Este año, según datos de la Fundación Vida Sin Violencia, el número de huérfanos de feminicidios aumentó un 46%.
La presidenta de la entidad, Yanira Fondeur, informó que entre enero y octubre se han registrado 51 feminicidios íntimos, seis menos que el año anterior, pero con un impacto más profundo: 79 menores sin madre, frente a 54 en igual período de 2024.
“Detrás de cada feminicidio no solo hay un nombre y una cifra fría, sino una historia de dolor y vacío irreparable”, expresó durante una entrevista en el programa Esferas del Poder.
Fondeur señaló que en varios casos los hijos no solo pierden a su madre, sino también a su padre, que se suicida o termina preso. “Hay niños que presencian el crimen. Es una doble tragedia: el asesinato y el trauma que los acompañará toda la vida”, dijo con visible indignación.
Uno de los casos que más ha estremecido al país fue el de Lisset Tejada, de 31 años, asesinada en San Cristóbal por su pareja. Dejó seis huérfanos, uno de ellos con autismo y otro de apenas cinco años que presenció el hecho. “Su hermana, una enfermera, tuvo que asumirlos con apoyo del CONANI. Este es el rostro humano de las estadísticas”, puntualizó Fondeur.
El amor no duele ni controla
Para la activista, cada feminicidio es una muestra de cómo la sociedad aún confunde el amor con la posesión. “El amor sano no hiere, no avergüenza, no controla. El verdadero amor acompaña, respeta y construye”, afirmó.
Las provincias con mayor incidencia de estos crímenes son Santo Domingo (12 casos), San Cristóbal (7) y Santiago (6). Fondeur advirtió que mientras un 64% de los niños siga siendo educado con violencia, como revela un informe de UNICEF, el país no podrá construir una cultura de paz.
“Hay que educar desde la infancia que la agresividad no es fortaleza, que hombres y mujeres tienen los mismos derechos, y que los conflictos se resuelven con diálogo, no con golpes”, señaló.
Rechazo a eliminar el Ministerio de la Mujer
Fondeur también mostró su rechazo a la idea de sustituir el Ministerio de la Mujer por uno de la Familia, calificándolo como un retroceso histórico. “Sería debilitar las políticas de género y violar compromisos internacionales. La violencia contra las mujeres requiere una respuesta especializada, no generalizada”, advirtió.
Recordó que el Ministerio de la Mujer tiene 25 años defendiendo los derechos de las dominicanas y que eliminarlo “sería borrar décadas de lucha y avances”.Desde la Fundación Vida Sin Violencia, que dirige desde hace 16 años, Fondeur reafirmó su compromiso con la educación como la vía más efectiva para romper el ciclo de la violencia. “Solo con respeto, igualdad y empatía podremos construir una sociedad más justa y pacífica”, concluyó.

