Nuevo modelo de pago prioriza a adultos mayores y mujeres, fortaleciendo la equidad
SANTO DOMINGO.-El Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) ha dado un paso fundamental hacia una mayor equidad en el financiamiento del sistema de salud dominicano. Mediante la Resolución No. 624-02, el organismo aprobó la implementación de un per cápita diferenciado en el Seguro Familiar de Salud (SFS) del Régimen Contributivo. Esta decisión rompe con el obsoleto modelo de pago único por afiliado y pone el foco en la población vulnerable que, por lógica, demanda más servicios.
El objetivo central es claro: fortalecer la sostenibilidad del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS). El modelo anterior de per cápita único no lograba reflejar de manera justa la distribución real de los riesgos entre los afiliados, creando distorsiones financieras. El nuevo esquema busca que aquellas poblaciones que generan mayores gastos en atenciones médicas —principalmente adultos mayores y mujeres en edad productiva— cuenten con los fondos suficientes para financiar las coberturas que requieren.

Redistribución justa basada en el riesgo
Aura Celeste Fernández Rodríguez, gerente general del CNSS, explicó la mecánica del cambio. "Las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) con mayor proporción de adultos mayores o mujeres en edad reproductiva recibirán más recursos, mientras que aquellas con carteras de menor riesgo recibirán menos", detalló la funcionaria. En esencia, las ARS recibirán montos ajustados según el perfil de riesgo (edad y sexo) de sus afiliados.
La diferencia clave radica en la base del cálculo: agrupar la frecuencia de uso de servicios y el valor asociado a las coberturas por grupos de edad y sexo. La gerente enfatizó que el per cápita diferenciado no representa ninguna nueva obligación para los ciudadanos ni restringe derechos ya adquiridos; es, sencillamente, una medida de redistribución técnica de los recursos entre las propias ARS.
Precedentes y sustento legal
La decisión se ampara en la Ley 87-01, cuyo Artículo 169 faculta al CNSS para establecer tarifas diferenciadas por riesgo individual, siempre y cuando exista un sustento técnico comprobado. En este caso, la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) aportó los estudios actuariales exhaustivos que demuestran la viabilidad y la necesidad del modelo, utilizando variables irrefutables como la edad y el sexo.
Además, el país cuenta con un precedente empírico. Durante la emergencia sanitaria de la COVID-19, se aplicó de forma transitoria un esquema de per cápita ajustado por riesgo, cuya implementación demostró viabilidad técnica, operativa y legal.
En definitiva, la resolución del CNSS nace de la necesidad de corregir las distorsiones estructurales que arrastraba el sistema. Acogiéndose a los principios de equidad, universalidad y sostenibilidad del SDSS, el consejo ha optado por un modelo de asignación financiera que permitirá una distribución más racional y justa de los fondos, asegurando una mayor capacidad de respuesta a quienes más necesitan la atención médica.

