La organización denuncia ataques ilegales contra presuntas narcolanchas y advierte sobre la militarización de la lucha antidrogas.
Washington.– La organización Amnistía Internacional denunció que Estados Unidos está llevando a cabo ejecuciones extrajudiciales en el Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Según la organización, los bombardeos contra presuntas “narcolanchas” son ataques ilegales que violan el derecho internacional y ponen en riesgo la vida de personas que, incluso siendo sospechosas de delitos, merecen un juicio justo.
“Son ataques ilegales”, afirmó Olatz Cacho, portavoz de Amnistía Internacional, en declaraciones a Europa Press. “No se trata de un conflicto armado ni de una amenaza inminente para Estados Unidos”, añadió, al advertir que al declarar a los cárteles como organizaciones terroristas, Washington está reeditando los errores de la era posterior al 11 de septiembre de 2001.
Cacho recordó que tras los atentados de 2001 hubo una amenaza real, pero la reacción militar de EE. UU. derivó en una respuesta desproporcionada con consecuencias graves para los derechos humanos, como lo evidenció la prisión de Guantánamo. En ese sentido, Amnistía considera que la actual política de militarización contra las drogas repite el mismo patrón: uso excesivo de la fuerza y falta de control judicial.
La organización insiste en que la interceptación de embarcaciones sospechosas debe recaer en agencias civiles encargadas de hacer cumplir la ley, no en el Ejército. “Toda persona tiene derecho a la vida y a un juicio justo”, recordó la portavoz.
Amnistía también citó declaraciones del secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional interino, Marco Rubio, quien admitió que la Guardia Costera pudo haber interceptado la primera lancha atacada en septiembre. En cambio, la Administración Trump optó por una acción militar directa, con resultados fatales.
Aunque el Senado, de mayoría republicana, rechazó este mes una propuesta de ley que habría limitado la capacidad de la Casa Blanca para ordenar este tipo de operaciones, Cacho considera que la intervención del Congreso sigue siendo “la vía más clara” para detener los ataques.
Dentro del Partido Republicano, figuras como el senador Rand Paul han criticado lo que describen como una “escalada militar” en el Caribe, alertando que podría derivar en incursiones contra países como Venezuela o Colombia.
Amnistía Internacional aseguró que seguirá vigilando la situación y advirtió que, aunque Venezuela atraviesa una crisis democrática, “nada justifica una invasión extranjera bajo el pretexto de la guerra contra las drogas”.
 
	    	 
		    
