El nuevo espacio busca fortalecer la cooperación y definir una agenda común para un transporte más seguro, sostenible e innovador en América Latina y el Caribe
Santo Domingo.– Los ministros de Transporte de América Latina y el Caribe acordaron la creación de una red regional de autoridades del sector, con el propósito de impulsar la cooperación, la innovación y la transformación sostenible del transporte en la región.
La iniciativa, copresidida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el International Transport Forum (ITF) de la OCDE, fue anunciada al cierre del Diálogo Regional de Políticas de Transporte, celebrado en Santo Domingo bajo la inauguración del presidente Luis Abinader. Durante dos días, representantes de más de veinte países y delegaciones europeas debatieron sobre el futuro de la movilidad en una región que supera los 662 millones de habitantes y que, hacia 2050, duplicará la demanda de transporte de pasajeros y mercancías.
El encuentro, organizado por el Gobierno dominicano junto al BID y el ITF, sirvió como espacio para discutir soluciones en torno a desafíos estructurales del sector: desde el financiamiento del transporte público hasta la transición energética, la seguridad vial y la resiliencia de las infraestructuras.
La nueva red regional, que comenzará a operar formalmente en 2026, permitirá compartir experiencias, promover alianzas estratégicas y consolidar una voz común de América Latina y el Caribe en los principales foros internacionales de transporte.
Entre sus principales ejes de trabajo figuran la movilidad segura, con énfasis en la protección de los usuarios más vulnerables y la reducción de factores de riesgo; la sostenibilidad financiera del transporte público, mediante nuevos modelos de ingresos y rediseño de subsidios; y la resiliencia de las infraestructuras, incorporando criterios de adaptación climática desde la planificación hasta la operación.
También impulsará la digitalización y uso de nuevas tecnologías, incluida la inteligencia artificial y plataformas de datos; la modernización de las cadenas logísticas y corredores estratégicos, clave para fortalecer la competitividad regional; y la expansión del transporte limpio, a través de la electromovilidad y el hidrógeno verde.
El acuerdo marca un paso decisivo hacia una agenda común para transformar el transporte latinoamericano: más eficiente, sostenible y conectado con las necesidades reales de las personas.

