El CODUE conmemora la gesta de Martin Lutero y urge a enfrentar el deterioro ético y los "retos" de la IA.
SANTO DOMINGO.-El debate sobre los valores y la moral en República Dominicana acaba de recibir un impulso histórico. En el contexto del 508 aniversario de la Reforma Protestante, el Consejo Dominicano de la Unidad Evangélica (CODUE) hizo un llamado enérgico y directo a la acción: el país necesita una "reforma integral" inspirada en la revolución religiosa de Martín Lutero.
El pastor Feliciano Lacen Custodio, presidente del CODUE, se dirigió a la comunidad de fe y a toda la sociedad dominicana con un mensaje inequívoco: no podemos seguir permitiendo el deterioro progresivo de la moral y los valores que cimentan a la nación.
La necesidad de una revolución ética
Lacen Custodio trazó un paralelismo entre el convulso siglo XVI y la realidad dominicana actual. Si la gesta de Lutero fue una revolución religiosa, hoy la República Dominicana requiere de una transformación que impacte en cada fibra del tejido social.
“Hoy recordamos esa gran reforma y a Martín Lutero como su reformador y cuando vemos el contexto por la que ocurrió dicha reforma hoy necesitamos renovarla,” declaró el presidente del CODUE, enfatizando que las reformas deben manifestarse en todos los espacios: escolar, familiar y gubernamental. Para el CODUE, la fe debe dejar de ser una práctica privada para convertirse en un motor de cambio público.
Las amenazas globales y la IA sin “alma ni corazón”
El CODUE no solo diagnosticó el problema, sino que también identificó las amenazas que, a su juicio, están minando las tradiciones y los valores fundamentales.
El pastor Lacen Custodio advirtió sobre la influencia creciente de organismos internacionales y poderosos grupos económicos, a los que se suman fenómenos culturales y tecnológicos contemporáneos que están redefiniendo el comportamiento social:
- La globalización.
- El humanismo y el relativismo ético.
- El surgimiento de la inteligencia artificial (IA), sobre la cual el pastor expresó una cautelosa reserva al señalar que "la cual ni tiene alma ni corazón”.
Esta preocupación subraya el temor de que las nuevas tecnologías, al carecer de un componente ético o moral intrínseco, puedan acelerar la pérdida de humanismo y la erosión de los valores tradicionales.
Un llamamiento a la acción ciudadana
La organización evangélica concluyó su conmemoración con una exhortación clara: la comunidad de fe y todos los ciudadanos deben asumir un rol activo para impulsar la moral y los buenos valores. Solo así se puede lograr la renovación necesaria para asegurar un futuro más sólido para la sociedad dominicana.
El mensaje es un desafío directo a la inacción, instando a que la conmemoración de la Reforma no se quede en una mera fecha histórica, sino que se traduzca en una profunda autoevaluación social y en la exigencia de reformas éticas que reviertan la actual curva de deterioro.

