Washington confirma su salida tras maniobras en Trinidad y Tobago en medio de nuevas tensiones con Venezuela
SANTO DOMINGO, 30 de octubre de 2025. — El Gobierno de Estados Unidos confirmó este jueves que el destructor de misiles guiados USS Gravely abandonó aguas de Trinidad y Tobago tras concluir ejercicios militares conjuntos, mientras crece la fricción diplomática entre Venezuela y varios países del Caribe por la estrategia estadounidense contra el narcotráfico en la región.
Un portavoz de la Oficina de Información de la Armada estadounidense declaró a Europa Press que el buque ya se encuentra navegando por el mar Caribe, aunque evitó precisar la fecha exacta de su partida.
“No puedo confirmar la fecha. Puedo confirmar que está navegando en el Caribe”, indicó el funcionario, quien añadió que otros dos destructores —el USS Stockdale y el USS Jason Dunham— también operan actualmente en la zona.
El USS Gravely, un destructor de la clase Arleigh Burke, había atracado en Puerto España como parte de una serie de ejercicios conjuntos enfocados en seguridad marítima y cooperación regional. Sin embargo, su presencia desató un nuevo foco de tensión diplomática en el Caribe.
La llegada del buque estadounidense fue duramente criticada por el Gobierno de Venezuela, que acusó a Washington de intimidar militarmente a la región y de utilizar sus operaciones antinarcóticos como un pretexto para “proyectar poder” cerca de sus aguas territoriales.
El malestar escaló rápidamente: Caracas anunció la suspensión del acuerdo energético que mantenía con Trinidad y Tobago y declaró persona non grata a la primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, en respuesta a lo que calificó como una “complicidad inaceptable con acciones de carácter hostil”.
Aunque Washington no ha hecho comentarios directos sobre la disputa, fuentes diplomáticas estadounidenses aseguran que las maniobras en el Caribe forman parte de una estrategia regional contra el tráfico de drogas y el crimen transnacional, y que no tienen un objetivo político ni militar específico contra Venezuela.
El Pentágono ha incrementado su presencia naval en el Caribe desde septiembre, coincidiendo con el lanzamiento de una campaña de interdicción marítima que, según datos oficiales, ya ha resultado en más de una docena de operaciones contra embarcaciones sospechosas de transportar narcóticos desde Sudamérica hacia Centroamérica y Estados Unidos.
Por ahora, el USS Gravely continúa navegando en aguas caribeñas, en lo que parece ser una nueva etapa de operaciones dentro del marco de patrullas internacionales y cooperación regional, mientras las tensiones diplomáticas siguen creciendo en torno al papel de Estados Unidos en el Caribe y su política hacia Venezuela.
 
	    	 
		    
