Republicanos y Demócratas tildan las acciones de "ejecuciones extrajudiciales" y exigen debate en el Congreso
WASHINGTON D.C. Una inusual coalición bipartidista en el Senado de Estados Unidos ha alzado la voz contra los recientes ataques militares de las fuerzas estadounidenses desplegadas en el mar Caribe, supuestamente dirigidos a atajar el tráfico de drogas. Senadores tanto del Partido Republicano como del Partido Demócrata han cuestionado la legalidad y la justificación de estas intervenciones, que en su mayoría han resultado en víctimas mortales.
El senador republicano Rand Paul fue el más directo en sus críticas, tildando las acciones de "ejecuciones extrajudiciales". En una entrevista en Fox News, Paul sentenció: "Nadie ha dicho sus nombres. Nadie ha dicho qué pruebas [hay]. Nadie ha dicho si estaban armados y no se nos ha presentado prueba alguna… Esto es asimilable a lo que hace China, a lo que hace Irán, con los traficantes de droga. Ejecutan sumariamente a personas sin presentar pruebas a la gente, así que está mal".
Paul recordó la obligación constitucional: "La Constitución dice que cuando vas a la guerra, el Congreso tiene que votarlo".
Un frente bipartidista por la competencia de guerra
El senador demócrata Tim Kaine se unió a la postura de Paul, enfatizando que cualquier acto de guerra debe ser debatido y votado en el Capitolio. "Si vamos a estar en guerra, sea contra embarcaciones en Nicaragua de una lista secreta que el presidente no comparte con el Congreso ni con la gente, o una invasión terrestre en Venezuela, debería hacerse tras un debate y una votación en el Congreso," argumentó Kaine.
De hecho, Kaine y Paul, junto al senador demócrata Adam Schiff, han presentado una Resolución de Competencias de Guerra para intentar bloquear preventivamente cualquier uso de tropas estadounidenses en territorio venezolano, una posibilidad que el presidente Donald Trump ha sugerido.
Otros demócratas fueron más allá. El senador Rubén Gallego calificó directamente la intervención de "asesinatos". "Es muy simple. Si este presidente considera que están haciendo algo ilegal, debería emplear a la Guardia Costera. Si es un acto de guerra, entonces se utiliza a nuestros militares y primero hablas con nosotros. Pero estos son asesinatos", declaró en la cadena NBC.
La respuesta del aliado de Trump
A pesar de la creciente presión, el senador republicano Lindsey Graham, un estrecho aliado de Trump, defendió la autoridad presidencial. Graham afirmó en CBS que ha hablado con Trump, quien prometió informar a los congresistas a su regreso de la gira por Asia, pero insistió en que los ataques en suelo venezolano son "una posibilidad real".
Graham subrayó que "No es necesario que el Congreso declare la guerra para que el comandante en jefe (Trump) haga uso de la fuerza".
Sin embargo, incluso otros republicanos se sumaron a la preocupación por la falta de transparencia. El senador James Lankford cuestionó la ausencia de consultas: "La Administración tiene que dar información al Congreso… Si estuviera ocurriendo algo así con esta nivel de supervisión con la Administración Biden hubiera sido para enfurecerse", dijo en C-SPAN.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha realizado un total de diez ataques contra embarcaciones en el mar Caribe sin autorización del Congreso y con un alto coste en vidas, lo que consolida la preocupación de que el Gobierno ha eludido el control legislativo en sus operaciones militares.
