La Libertad Avanza logró más del 40% y será primera minoría en Diputados.
Buenos Aires.- En una jornada marcada por la baja participación y el clima de polarización política, La Libertad Avanza (LLA), el partido del presidente Javier Milei, se alzó con una victoria contundente en las elecciones legislativas celebradas este domingo en Argentina. Con el 90% de las mesas escrutadas, la alianza oficialista obtuvo el 40,84% de los votos para diputados, consolidándose como la fuerza más votada a nivel nacional.
El anuncio fue realizado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, desde el centro de cómputos del Correo Argentino. “La ciudadanía demostró su apoyo y este resultado confirma la confianza de los argentinos en el rumbo trazado por este Gobierno”, expresó Francos, visiblemente satisfecho.
Con este resultado, LLA y sus aliados alcanzarán más de 100 bancas en la Cámara de Diputados, convirtiéndose en la primera minoría. Sin embargo, no alcanzan la mayoría absoluta, por lo que deberán negociar con bloques dialoguistas para avanzar en la sanción de leyes clave. En el Senado, el oficialismo también logró ampliar su representación, obteniendo 13 de los 24 escaños en juego.
Fuerza Patria, el principal espacio opositor, quedó en segundo lugar con el 24,50% de los votos y 31 diputados, mientras que Provincias Unidas alcanzó el 5,12%, lo que le otorga cinco bancas. El resto de los partidos apenas logró superar el umbral del millón de votos, sin impacto significativo en la composición legislativa.
La participación fue del 67,9% en Diputados y del 69,5% en el Senado, cifras que reflejan el desinterés creciente de la ciudadanía en los procesos electorales. De hecho, se trata de la elección con menor concurrencia desde el retorno de la democracia en 1983.
El resultado supera las expectativas que manejaban las encuestas previas, que proyectaban un 37% para LLA. Milei, quien se involucró personalmente en la campaña recorriendo el país, logró capitalizar el descontento social y posicionar su discurso libertario como una alternativa viable para una parte significativa del electorado.
Ahora, con una bancada fortalecida pero sin mayoría propia, el desafío del oficialismo será construir consensos en un Congreso fragmentado. La gobernabilidad dependerá de la capacidad de negociación y de la voluntad de los distintos sectores políticos para evitar bloqueos legislativos.
La victoria de LLA marca un nuevo capítulo en la política argentina, con un presidente que sigue rompiendo moldes y una oposición que deberá reconfigurarse para enfrentar un escenario que ya no responde a las lógicas tradicionales.
