El COE confirma 48 comunidades incomunicadas y mantiene nueve provincias bajo alerta máxima
SANTO DOMINGO.–Las secuelas del huracán Melissa son un crudo recordatorio de la vulnerabilidad nacional. El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha publicado el primer balance consolidado de los daños, arrojando cifras preocupantes: un total de 3,760 personas han tenido que ser desplazadas y evacuadas de zonas de riesgo a medida que las incidencias del ciclón se multiplicaban a lo largo del territorio.
El impacto más directo se siente en la infraestructura habitacional. El informe del COE detalla que 752 viviendas han resultado afectadas por las lluvias torrenciales y los fuertes vientos. A este número se suman 16 casas con daños parciales y, trágicamente, una vivienda que quedó totalmente destruida.
Un país fragmentado por el agua
Más allá de los hogares, la movilidad se ha convertido en un desafío crítico en varias regiones. El COE ha confirmado que las lluvias y los vientos asociados al huracán han dañado una carretera clave y dos puentes, dificultando seriamente el tráfico y las labores de asistencia.
La consecuencia más dramática de la ruptura de estas vías de comunicación es el aislamiento: 48 comunidades permanecen actualmente incomunicadas debido a las condiciones adversas. Las autoridades se centran ahora en evaluar los daños en estas zonas para restablecer el acceso y garantizar que la ayuda humanitaria pueda llegar sin contratiempos.
Aunque la mayoría de los desplazados han recurrido a casas de familiares y amigos, el COE ha habilitado y mantiene operativos cinco albergues oficiales donde 82 personas están siendo asistidas y refugiadas temporalmente.
El riesgo continúa: alertas de nivel extremo
A pesar de que el centro de Melissa se aleja, el peligro de inundaciones y deslizamientos sigue latente debido a la saturación del suelo. Por ello, el Centro de Operaciones de Emergencias mantiene un estricto régimen de alertas, instando a la población a seguir las indicaciones de los canales oficiales para evitar más tragedias.
El mapa de riesgos sigue teñido de rojo y amarillo por el pronóstico de desbordamientos de ríos, arroyos y cañadas, así como los deslizamientos de tierra en sectores vulnerables.
Alertas
Debido a este pronóstico, y al riesgo de inundaciones urbanas, rurales, desbordamientos de ríos, arroyos y cañadas, así como deslizamientos de tierra, principalmente en sectores vulnerables, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), mantiene nueve provincias en alerta roja, 16 en amarilla y cinco en verde.
En alerta roja están: Barahona, Pedernales, Independencia, Bahoruco, Azua, San Juan, Peravia, San Cristóbal y Monte Plata.
Las provincias en alerta amarilla son: El Seibo, Hato Mayor, La Romana, La Altagracia, La Saona, San Pedro de Macorís, Santo Domingo, Distrito Nacional, San José de Ocoa, Monseñor Nouel, La Vega, Sánchez Ramírez, Duarte, Samaná, Santiago Rodríguez y Dajabón.
Mientras que, en alerta verde están: María Trinidad Sánchez, Hermanas Mirabal, Espaillat, Valverde y Santiago.
