El Presidente colombiano califica de "grosería" negarle una cuenta bancaria por "servilismo" ante sanciones de EE. UU.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha escalado el tono de la confrontación con el sector financiero del país, calificando como una "grosería" y un acto de servilismo la supuesta negativa de un banco nacional a abrirle una cuenta bancaria. La razón de fondo es la inclusión del mandatario en un listado de sanciones emitido por la Oficina de Control de Activos en el Exterior (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Petro utilizó su cuenta en la red social X para lanzar un duro cuestionamiento a las instituciones financieras del país: "¿A qué país obedecen como siervos, los bancos nacionales?". El gobernante inquirió si la banca utiliza los ahorros y las necesidades financieras de los colombianos para obtener ganancias, mientras acata órdenes foráneas, reseña Prensa Latina.
El mandatario, quien se ha mantenido en el ojo del huracán por sus posturas soberanas, aseguró estar acostumbrado a "los desmanes realizados con el dinero y el trabajo ajeno," pero se preguntó si este tipo de acciones se repetirán mientras ejerce como jefe de Estado. Subrayó que, como servidor público, vive de su sueldo y que sus cargos han sido obtenidos por el voto libre ciudadano, sin tener que ver con negocios turbios.
Herramienta política y colonialismo
Petro no solo atacó a la banca, sino que apuntó directamente a Washington, al señalar que la lista de la OFAC, que debería ser una herramienta contra la mafia, ha sido "convertida en un instrumento político y electoral".
El presidente colombiano denunció que la inclusión de su nombre es una "extensión de la lista OFAC a la actividad política", lo que considera un "golpe a la democracia global". A su juicio, se trata de extorsionar las posiciones soberanas de un presidente para acomodarlas a la voluntad de una potencia dominante, un comportamiento que resumió en dos palabras: "A eso se le llama imperialismo y colonia".
Rechazó que la banca nacional muestre una obediencia tan rápida, a pesar de que el mecanismo de la OFAC está diseñado para las empresas y bancos de Estados Unidos, con los que él no tiene ninguna relación personal o comercial. Esta postura, según el presidente, no solo revela un colonialismo empresarial, sino una clara intención de dañarlo a nivel personal.
La interpretación de Petro es que la administración estadounidense está buscando activamente intervenir en las elecciones colombianas para apoyar a sus aliados políticos, a quienes acusa de haber estado históricamente articulados con las mafias en Colombia.
El mandatario concluyó que sobre la Casa Blanca incide la extrema derecha de la Florida, un sector que odia el progresismo en Latinoamérica porque busca mantener la región "abierta a sus negocios"
