Acuerdo en Vietnam criminaliza 'ransomware', fraude y la difusión no consentida de imágenes íntimas.
Sesenta y cinco naciones han sellado un hito histórico este fin de semana en Hanói, Vietnam, al firmar el primer tratado global de las Naciones Unidas diseñado para combatir frontalmente el ciberdelito. Este acuerdo, que surge de la Convención contra la Ciberdelincuencia adoptada en 2024, establece por vez primera un marco universal y jurídicamente vinculante para investigar y enjuiciar los crímenes cometidos en el vasto universo digital.
El nuevo instrumento internacional apunta a una amplia gama de delitos, desde ataques sofisticados de ransomware y fraudes financieros complejos hasta la lacra del intercambio no consentido de imágenes íntimas, un delito que queda tipificado internacionalmente por primera vez.
El secretario general de la ONU, António Guterres, celebró el acuerdo como un "instrumento poderoso y jurídicamente vinculante para fortalecer nuestras defensas colectivas contra los delitos cibernéticos".
"Es un testimonio del poder continuo del multilateralismo para aportar soluciones," manifestó Guterres, y añadió: "Y es una promesa de que ningún país, independientemente de su nivel de desarrollo, quedará indefenso ante la ciberdelincuencia."
Ciberdefensa sin fronteras
El núcleo del nuevo tratado es triple y busca eliminar las barreras geográficas que, hasta ahora, han permitido a los ciberdelincuentes operar con impunidad.
En primer lugar, tipifica como delito una serie de crímenes dependientes y facilitados por los ataques cibernéticos. En segundo lugar, y fundamental, facilita el intercambio de pruebas electrónicas a través de las fronteras nacionales, una necesidad imperiosa en un mundo donde un ataque puede originarse en un continente y afectar a otro.
Finalmente, el acuerdo establece una red de cooperación entre los Estados firmantes que funcionará las 24 horas del día, siete días a la semana, garantizando una respuesta coordinada e inmediata a las amenazas digitales.
El núcleo del nuevo tratado es triple y busca eliminar las barreras geográficas que, hasta ahora, han permitido a los ciberdelincuentes operar con impunidad.
El tratado representa una victoria de enorme importancia para las víctimas de abuso online. No solo es el primer instrumento internacional que reconoce la difusión no consentida de imágenes íntimas como un delito tipificado, sino que también es el primer tratado mundial que aborda específicamente la violencia sexual contra los niños cometida a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Guterres fue enfático sobre la urgencia de este marco legal: "Cada día, estafas sofisticadas defraudan a familias, roban medios de vida y drenan miles de millones de dólares de nuestras economías." El ciberespacio, recordó, tiene una regla simple: "Nadie estará a salvo hasta que todos lo estén. Una sola vulnerabilidad en cualquier lugar puede exponer a personas e instituciones en todas partes."
La convención se presenta así como un "camino claro para que los investigadores y fiscales" puedan superar los obstáculos jurisdiccionales cuando los delitos y las pruebas se extienden por múltiples fronteras, marcando el inicio de una era de cooperación digital obligatoria contra la delincuencia.
Países de América Latina y el Caribe
Aunque el gobierno vietnamita y la ONU no revelaron la lista completa y oficial de los 65 países que firmaron la Convención de las Naciones Unidas contra la Ciberdelincuencia en Hanói, algunos reportes de prensa sí mencionaron la participación de varios países de América Latina y el Caribe.
Según la información disponible, las naciones de la región que firmaron el tratado en Vietnam incluyen:
- Brasil
- Chile
- Costa Rica
- Cuba
- Ecuador
- Perú
- República Dominicana
- Uruguay
- Venezuela
Es importante tener en cuenta que, dado que la lista completa no fue publicada por los organizadores del evento, podrían haber otros países de la región que también firmaron.

