El MOPC cierra dicho puente para permitir el paso de desechos orgánicos arrastrados por el río Ozama tras las lluvias.
Santo Domingo. Las lluvias recientes, empujadas por el disturbio atmosférico que afecta al país, han provocado una respuesta inmediata en una de las arterias viales más importantes de la capital. El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) confirmó este viernes 24 de octubre el cierre provisional del puente flotante que sirve de conexión vital entre el Distrito Nacional y Santo Domingo Este.
La razón es clara y directa: garantizar que el río Ozama pueda desaguar sin obstrucciones. El cierre se ha ejecutado para permitir el libre paso de lilas y material orgánico –principalmente lodo, maleza y otros desechos— que están siendo arrastrados con fuerza por la crecida del río. Estos materiales tienen el potencial de dañar la estructura o de acumularse de manera peligrosa.
El MOPC puntualizó que la medida se toma también considerando la baja circulación vehicular que se registra en la zona en estos momentos de condiciones meteorológicas adversas.
El puente permanecerá cerrado al tránsito vehicular hasta nuevo aviso, con su reapertura sujeta a una coordinación estrecha entre el Ministerio, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesset), la Armada Dominicana y la Comisión Militar y Policial (Comipol). La meta es devolver la funcionalidad a la vía tan pronto como sea seguro.
El ministro Eduardo Estrella aprovechó la coyuntura para reiterar una vez más el llamado urgente a la ciudadanía: evitar desplazamientos innecesarios y permanecer en los hogares mientras persistan las precipitaciones.
En momentos de alerta, seguir las orientaciones de las autoridades no es una opción, sino una necesidad de seguridad colectiva.
Mientras se gestiona la emergencia del puente, el Ministerio de Obras Públicas mantiene desplegado un amplio dispositivo de respuesta. Equipos de emergencia y brigadas están distribuidos estratégicamente en todo el Gran Santo Domingo y en otras provincias vulnerables. Su labor es crucial: se dedican sin descanso a la limpieza y a la remoción de escombros, y a desobstruir pozos filtrantes e imbornales.
Esta acción preventiva y de respuesta inmediata es vital, especialmente en áreas sensibles que históricamente sufren de inundaciones.
Las brigadas del MOPC, según expresan, se mantendrán en pie de lucha, trabajando para mitigar las distintas eventualidades que se sigan presentando a causa del fenómeno atmosférico. La prioridad es mantener las vías lo más despejadas posible y reducir el riesgo de daños por anegamientos.

