Aunque los embalses se recuperaron, miles permanecen sin agua potable
Santo Domingo.- La tormenta tropical Melissa ha puesto a prueba el sistema de presas del país, y por ahora, la infraestructura hidráulica ha respondido, pero las continuas lluvias son un peligro.
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), en coordinación con el Comité de Operación de Presas y Embalses (COPRE), ha mantenido una vigilancia de minuto a minuto durante el paso del fenómeno, logrando manejar los niveles de agua a pesar de las precipitaciones intensas.
Hace mas de 48 horas que establecieron que aunque la mayoría de los embalses superaron el 80% de su capacidad en el pico de la emergencia, ya que se realizaron descargas se realizaron de forma controlada, evitando desbordamientos masivos que pudieran afectar a comunidades.
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El paso de Melissa dejó una paradoja clara. Por un lado, la lluvia fue un balde de agua vital para el Cibao, una región que arrastraba los efectos de una sequía persistente. Los embalses recuperaron volúmenes críticos para el riego y el consumo. Sin embargo, la otra cara de la moneda es menos alentadora: el mismo fenómeno que llenó las presas ha dejado a más de medio millón de personas sin acceso a agua potable.
Según el más reciente informe, los niveles en las principales presas comienzan a mostrar una ligera reducción, pero la situación dista de estar completamente normalizada. La presa de Sabaneta, en San Juan, sigue en vertido libre, y aunque el caudal de entrada disminuye, las autoridades mantienen la alerta por inundaciones para las comunidades aguas abajo. Decenas de personas ya han tenido que ser desplazadas, refugiándose en albergues oficiales o en casas de familiares.
“Estamos dando seguimiento constante a las presas de Sabaneta, Monción, Tavera y a las de Dajabón”, explicó un funcionario del INDRHI durante una actualización en el Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
El verdadero golpe colateral de Melissa se siente en los acueductos. El ingeniero Ramón Batista, del INAPA, detalló la magnitud del problema: 52 acueductos están fuera de servicio, afectando a aproximadamente 549,000 habitantes. La causa principal es la turbidez extrema en las fuentes de agua y los daños en la infraestructura de captación. Mientras las presas se controlaron, la red de agua potable para la gente muestra la vulnerabilidad que aún persiste tras una tormenta.
