La escalada cambiaria se acelera, impulsada por la Reserva Federal y la demanda de importación.
SANTO DOMINGO— La presión del billete verde no cede en el mercado dominicano. Hoy, la cotización del dólar estadounidense marcó otro hito, rozando un nuevo máximo que inquieta a importadores y consumidores por igual.
Según los datos oficiales del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), la divisa se vendió en las principales entidades financieras a un promedio de RD$64.24, con una tasa de compra de $63.87.
Aunque el incremento diario parezca mínimo —apenas unos centavos respecto al cierre de $64.17 de la jornada anterior—, la tendencia de apreciación es clara y sostenida.
Este ligero empujón sitúa la apreciación acumulada del dólar por encima del 1.0 por ciento en tan solo la última semana, confirmando la fase de escalada que atraviesa el mercado cambiario local.
El motor de la demanda y la FED
Expertos financieros consultados coinciden en que la subida no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una peligrosa combinación de factores externos y dinámicas internas.
Por un lado, el mercado dominicano está sintiendo el pulso de Washington. Las expectativas sobre las futuras tasas de interés en Estados Unidos mantienen a los inversionistas en vilo.
La Reserva Federal (FED) ha enviado señales de que podría mantener una política monetaria restrictiva por más tiempo, fortaleciendo el dólar a escala global y encareciendo su adquisición en divisas locales como el peso dominicano.
Por otro lado, la actividad comercial del país está ejerciendo una fuerte presión interna. El incremento se explica, en gran medida, por una mayor demanda de divisas en el mercado local.
Empresas y negocios necesitan un flujo constante de dólares para cubrir el costo de las importaciones—desde combustible hasta commodities básicos—y para honrar sus compromisos y deudas comerciales en moneda extranjera.
Esta demanda aumentada, sin una inyección proporcional de dólares, eleva automáticamente el precio de la divisa.
¿Qué significa para el consumidor?
La constante revalorización del dólar es una mala noticia para el bolsillo dominicano. A medida que el tipo de cambio sube, los costos de los productos importados —que son la base de la economía y la canasta básica— también se incrementan. Esto se traduce, a mediano plazo, en un repunte de la inflación y una pérdida de poder adquisitivo para el ciudadano, complicando la planificación de las finanzas personales y empresariales.
Ahora, todos los ojos están puestos en las próximas acciones del Banco Central, que históricamente interviene con ventas de divisas para evitar movimientos bruscos.
La pregunta clave es si la autoridad monetaria actuará con firmeza para estabilizar el mercado o si permitirá que las fuerzas externas sigan marcando el ritmo del dólar. La volatilidad, por ahora, parece ser la única certeza.

