Los comicios que definirán al sucesor de Arce transcurren con normalidad y alta participación.
LA PAZ, Bolivia.- A las cuatro en punto de la tarde, las urnas se cerraron en Bolivia. Sin sobresaltos, sin altercados significativos. Así concluyó este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, una jornada electoral que marca el final de una era: la de los 20 años de gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Desde primera hora, el ambiente en los centros de votación fue de una tranquilidad que muchos no daban por hecha. El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Ávila, fue el encargado de confirmar lo que muchos bolivianos respiraban con alivio. "Hasta el momento hay un reporte positivo de la jornada electoral", explicó, destacando que las mesas habían abierto de manera puntual en todo el territorio.
Ahora comienza la parte más tensa: el escrutinio. Con las urnas selladas, empieza el conteo de votos que determinará si el próximo presidente será Jorge 'Tuto' Quiroga o Rodrigo Paz. Ambos representan el ala conservadora del país, en una contienda que hubiera sido impensable hace apenas unos meses, cuando el MAS parecía tener el poder asegurado.
- Lo que más ha destacado el organismo electoral no es solo la normalidad del proceso, sino el comportamiento ciudadano. Según Ávila, la población ha participado de manera "pacífica y en un marco de respeto". En un país donde las elecciones suelen estar marcadas por la polarización, este tono calmado representa un logro en sí mismo.
El Sistema de Resultados Preliminares (Sirepre) comenzará a ofrecer datos en las próximas horas, pero lo que ya está claro es que Bolivia ha dado hoy un paso importante. Más allá de quién gane, el país ha demostrado que puede transitar por un proceso electoral complejo –el que pone fin a dos décadas de gobierno continuado de la izquierda– manteniendo la estabilidad y el orden.
Mientras los candidatos aguardan los resultados, lo cierto es que los bolivianos ya han enviado un mensaje contundente: están dispuestos a cambiar su rumbo político, pero dentro de los cauces de la democracia. La jornada ha terminado, pero comienza una nueva etapa para el país andino.
