El Consejo de Seguridad prorroga el régimen para frenar el flujo ilícito de armas a bandas armadas.
NACIONES UNIDAS.— El Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) ha ratificado la presión internacional sobre Haití. Este viernes, el organismo adoptó por unanimidad una resolución que renueva por un año el régimen de sanciones impuesto al país caribeño. La medida, que incluye un embargo de armas, prohibiciones de viaje y la congelación de activos, busca un objetivo claro y urgente: reducir la violencia de los grupos armados y abrir un camino hacia la restauración del orden público y la paz.
El organismo en su comunicado, que recoge EuropanPress, expuso que el objetivo primordial es "debilitar la capacidad operativa de los grupos armados y proteger a la población civil". Esta decisión se toma con la mirada puesta en el compromiso del CSNU con la soberanía y la integridad territorial de Haití, pero reconociendo la grave amenaza que la situación actual representa para la seguridad regional.
Un mar de armas ilegales y cifras de horror
La prórroga de las sanciones se justifica por la alarmante realidad sobre el terreno. El Consejo estima que, a pesar del embargo de armas aprobado inicialmente en 2022, la cantidad de armamento ilegal que circula en Haití oscila entre 270,000 y 500,000 unidades.
Este flujo incontrolado de armas se traduce en una tragedia humana documentada. Datos de Naciones Unidas señalan que más de 5,600 personas fueron asesinadas en 2024 a causa de la violencia armada.
Esta cifra atestigua la aterradora impunidad con la que operan las bandas criminales, especialmente en la capital, Puerto Príncipe, donde han desatado una crisis humanitaria agravada por la inestabilidad política y los desastres naturales.
Por ello, el CSNU hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para "impedir el suministro, la venta o la transferencia de armas" y cualquier tipo de apoyo financiero o técnico a los actores no estatales en Haití.
El contrabando y la corrupción en la mira
La resolución subraya que el éxito de las sanciones depende de la capacidad de Haití para blindar sus fronteras. En ese sentido, el Consejo puso el foco en "la necesidad de reforzar las capacidades de control aduanero, marítimo y fronterizo", ya que las principales rutas de contrabando de armas se originan en Estados Unidos y algunos países de América del Sur.
La ONU se comprometió a continuar brindando asistencia técnica para el rastreo de armas y las investigaciones financieras, concluyendo que la lucha contra la corrupción y los flujos ilícitos de dinero son "fundamental[es] para garantizar el cumplimiento efectivo del embargo".
La decisión del CSNU coincidió con una acción paralela de Estados Unidos, que el mismo viernes incluyó en su lista negra de sanciones a dos individuos vinculados a bandas armadas, entre ellos un expolicía implicado en el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021 y que escapó de prisión el año pasado.
La persistencia de la violencia, el vacío político y la inseguridad han disparado la crisis humanitaria, con más de 1.4 millones de personas desplazadas en el país, un incremento del 36% respecto al año anterior, según la OIM.
