Balotaje definirá si Quiroga o Paz rompen dos décadas de dominio del MAS
LA PAZ, Bolivia.— Este domingo, Bolivia acude a las urnas en un balotaje presidencial que se siente menos como una elección y más como un punto de inflexión. El país andino y amazónico, golpeado por una crisis económica asfixiante, se prepara para poner fin a dos décadas de gobiernos de izquierda, decidiendo entre el derechista Jorge "Tuto" Quiroga y el centrista Rodrigo Paz.
El Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales y el actual mandatario, Luis Arce, ha quedado fuera de juego. En la primera vuelta de agosto, la izquierda se presentó dividida y fue superada ampliamente por las candidaturas liberales y conservadoras. El mensaje de las urnas fue claro: la preocupación principal de los 13 millones de bolivianos es la economía.
La vida diaria en el país se ha visto marcada por la caída dramática en los ingresos por exportaciones de hidrocarburos, un resultado directo de la falta de inversión y las deficiencias de gestión. Esta debacle ha provocado un descenso en la actividad económica, ha mermado las divisas para adquirir bienes importados, ha disparado la inflación en productos básicos y, quizás lo más exasperante, ha generado una crónica escasez de combustible.
Dos caras, un balotaje inédito
Este es el primer balotaje en la historia reciente de Bolivia, ya que ningún candidato logró superar el 50% de los votos en la primera vuelta de agosto. Rodrigo Paz, que representa una opción más centrista, sorprendió entonces al obtener el primer lugar con el 32% de los sufragios, cuadruplicando las proyecciones de las encuestas. Quiroga, por su parte, alcanzó el 27%.
Sin embargo, para la segunda vuelta, el panorama se invirtió. Las encuestas más recientes le dan la ventaja a Quiroga. Un sondeo de Ipsos-Ciesmori le otorgó un 44.9% de las preferencias, frente al 36.5% de Paz. Otra medición de Captura Consulting reafirmó esta tendencia, dándole a Quiroga el 42.9% contra el 38.7% de Paz.
Jorge "Tuto" Quiroga, de 65 años, un ingeniero industrial partidario del liberalismo económico, apela a su experiencia como expresidente y a su imagen de opositor incansable al MAS. Su propuesta es drástica: abrir completamente el país a la inversión extranjera —incluso reformando la Constitución— y buscar acuerdos de rescate con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Rodrigo Paz, de 58 años, e hijo del expresidente socialdemócrata Jaime Paz Zamora, se presenta como una cara nueva, alejado de la polarización MAS-antiMAS. Con una propuesta de "capitalismo para todos", ofrece una transición más suave fuera del recetario izquierdista y promete otorgar más recursos a las regiones. Ambos candidatos coinciden en una impopular, pero necesaria, medida: eliminar los subsidios al combustible, aunque con ritmos distintos.
Quienquiera que gane, heredará un campo minado por la realidad económica, la cual es vista como el principal problema del país por el 80% de los bolivianos. Además, el nuevo presidente deberá lidiar con un MAS debilitado en el Congreso, pero experimentado en la lucha callejera y ansioso por resurgir.
En el tablero internacional, una victoria de Quiroga significaría un giro radical. Se espera un distanciamiento de los gobiernos de izquierda de la región, pudiendo llegar a la ruptura de relaciones con Cuba, Nicaragua y Venezuela, y una mejora inmediata en los lazos con Washington.
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