Un pitcheo desviado en el décimo decidió la noche inaugural
SANTO DOMINGO.– El Estadio Quisqueya Juan Marichal volvió a ser el epicentro de la emoción beisbolera. En una noche inaugural llena de intensidad, los Tigres del Licey dejaron tendidos 4-3 a los Leones del Escogido en diez entradas, gracias a un wild pitch que permitió la carrera de la victoria. Fue un final caótico, tenso y perfectamente dominicano.
El héroe inesperado fue Gustavo Núñez, quien cruzó el plato desde tercera tras un lanzamiento desviado del veterano relevista Henry Sosa (0-1). Núñez, que había tenido una actuación destacada con el bate, anotó la carrera que desató la celebración azul en el primer clásico capitalino de la temporada 2025-2026 de la LIDOM.
El partido fue una batalla de resistencia. Ambos equipos alternaron el control del marcador, pero los Tigres demostraron su temple en los momentos decisivos. Domingo Leyba, figura clave del encuentro, aportó un sencillo, una carrera anotada, una remolcada y una base por bolas. Además, protagonizó una jugada defensiva salvadora: se lanzó de cabeza para capturar una línea que parecía destinada al jardín derecho, frenando un posible rally escarlata.
“Eso es Licey, corazón hasta el final”, dijo Leyba después del juego, visiblemente emocionado por arrancar la temporada con victoria ante el eterno rival.
El otro gran aporte vino de Liover Peguero, quien empujó una carrera con elevado de sacrificio en el quinto episodio, y de Mel Rojas Jr., que firmó una de las jugadas defensivas más espectaculares de la noche. En la sexta entrada, el jardinero izquierdo se lanzó hacia la barda para atrapar una línea de Franchy Cordero, transformando lo que parecía un extrabase en una doble matanza que mantuvo al Licey con vida.
El abridor azul, César Valdez, lució en control pese a la presión inicial. En cuatro entradas, permitió una carrera, cinco hits, ponchó a cinco y dio una base por bolas. Salió sin decisión, pero su trabajo sostuvo el equilibrio del encuentro.
Desde el bullpen, los azules contaron con relevos sólidos: Adonis, Jairo Asencio, Ryan Watson, Jean Carlos Mejía y Ulises Joaquín (1-0), quien se llevó la victoria tras mantener el juego nivelado en los últimos episodios. Asencio, fiel a su estilo veterano, cerró el noveno con sangre fría tras permitir un corredor en tercera: ponchó a Zoilo Almonte y dominó a Junior Lake con un elevado corto.
Por los Leones, el abridor Franklin Morales (sustituido después de cuatro entradas) y el bullpen hicieron su parte hasta que el control se les escapó en la décima. El error de Sosa selló la derrota en un juego que se les escapó por centímetros.
La ofensiva escarlata tuvo destellos, pero le faltó contundencia. Alexander Canario y Jonathan Araúz conectaron un doble cada uno, mientras que Franchy Cordero, Erik González, Yamaico Navarro y César Prieto sumaron sencillos. Sin embargo, el poder nunca apareció cuando más lo necesitaban.
Por el Licey, Armando Álvarez ligó dos imparables, Víctor Labrada disparó un doble, y Núñez y Leyba aportaron los batazos oportunos. En total, una ofensiva oportuna más que explosiva, que aprovechó los errores rivales para inclinar la balanza.
El Quisqueya fue una caldera. Cada out se celebró como si fuera octubre profundo, y la tensión del décimo inning recordó por qué este duelo sigue siendo el corazón del béisbol dominicano.
Con este triunfo, los Tigres del Licey (1-0) inician la defensa de su título con paso firme, mientras que los Leones del Escogido (0-1) deberán reagruparse antes de su próximo compromiso.
El torneo apenas comienza, pero el mensaje está claro: el campeón no perdió el filo. Y si algo quedó comprobado en esta primera noche, es que el Licey sigue sabiendo cómo ganar los juegos que duelen más… los que se definen con el alma.
