Exoficial de la PN, cabecilla de una red que movió 450 kilos de cocaína por el AILA.
SANTO DOMINGO.— Un golpe a las estructuras del crimen organizado. La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y la Procuraduría General de la República (PGR) recibieron en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) al ex teniente coronel de la Policía Nacional, Hans Wender Lluberes Sánchez, deportado desde Estados Unidos.
El exoficial está señalado como uno de los cabecillas de una poderosa red de narcotráfico internacional, la misma a la que se le incautó un voluminoso cargamento de cocaína en marzo de 2015.
La llegada de Lluberes Sánchez a la terminal, procedente de Miami, se ejecutó bajo un estricto protocolo de seguridad. Unidades tácticas de la DNCD lo custodiaron y lo entregaron de inmediato al Ministerio Público del municipio Santo Domingo Este.
El objetivo es presentarlo sin dilación ante el tribunal correspondiente para que responda por las graves acusaciones en su contra.
El vínculo con los 450 kilos de cocaína
El expediente judicial no deja lugar a dudas. Lluberes Sánchez es acusado de ser el presunto líder de una compleja red que logró introducir al país nueve maletas repletas de droga. El cargamento total ascendía a 450 paquetes de cocaína, con un peso final de 454 kilogramos.
La droga fue interceptada en marzo de 2015, gracias a labores de inspección de las unidades operativas destacadas en el AILA. La cocaína había llegado a la República Dominicana a bordo de una aeronave procedente de Venezuela.
La deportación pone fin a una etapa de evasión de la justicia. En diciembre de 2019, el Ministerio Público de Santo Domingo Este tuvo que declarar en rebeldía a Lluberes Sánchez ante su ausencia del proceso que se seguía en su contra.
Este caso, que sacudió la esfera de seguridad nacional, ya arrojó sentencias severas contra otros implicados. En 2019, la justicia dictó condenas de 30, 20, 18 y 5 años de prisión contra nueve personas acusadas de participar en el tráfico de los 454 paquetes incautados.
Ahora, con el presunto cabecilla en suelo dominicano, la PGR busca cerrar el círculo del caso, enviando un mensaje claro sobre la persecución de la corrupción y el narcotráfico dentro de las filas estatales.