Su triple de tres carreras selló la victoria 4-3 sobre los Gigantes
SANTIAGO.– Las luces del estadio Cibao se encendieron este miércoles para dar inicio al torneo otoño-invernal 2025-2026, y las Águilas Cibaeñas respondieron a la cita con un triunfo vibrante. Un triple con las bases llenas del joven Alberto Rodríguez marcó la diferencia en la victoria 4-3 sobre los Gigantes del Cibao, en un juego que honró al inmortal de Cooperstown, Juan Marichal.
El ambiente en Santiago era de pura fiesta. Casi 18 mil fanáticos abarrotaron el estadio para el primer partido del campeonato de la Liga de Béisbol Profesional de República Dominicana (LIDOM), y no se fueron decepcionados. Aunque los Gigantes picaron primero, el batazo de Rodríguez en el sexto episodio cambió por completo el destino del juego.
El mánager Luis “Pipe” Urueta decidió mover sus fichas cuando más lo necesitaba. Con dos outs, bases llenas y su equipo abajo por una, mandó a Rodríguez como emergente. El jardinero de 22 años, quien no estaba en la alineación titular, respondió con un triple a lo profundo del jardín derecho. Las gradas estallaron. “Salí agresivo, buscando un buen pitcheo para conectar fuerte. Gracias a Dios se dio”, dijo el protagonista tras el partido.
La jugada no solo empujó tres carreras, sino que sirvió como punto de inflexión. Rodríguez luego anotó con un sencillo del debutante Rayner Delgado, ampliando la ventaja a 4-1.
El relevo aguilucho hizo el resto. José Cuás (1-0) se apuntó la victoria tras lanzar un quinto inning sin daño, mientras que Hunter Bigge cerró con autoridad en el noveno para asegurar el primer salvamento del torneo. Raymind Guduan (0-1) cargó con la derrota por los Gigantes al permitir el batazo decisivo.
El abridor de las Águilas, Devin Smeltzer, tuvo una salida sólida: 4.2 entradas de una carrera, cuatro hits y dos ponches. Aunque se fue sin decisión, mantuvo al equipo en el juego. Detrás de él, la combinación de Cuás, Junior Fernández, Richard Rodríguez y Bigge controló a los bates de San Francisco de Macorís.
Por los Gigantes, Emilio Vargas también se lució. El derecho tiró 4.2 innings en blanco, con seis ponches y apenas tres hits, antes de ceder el montículo al bullpen, que no pudo sostener la ventaja.
En la ofensiva aguilucha, Rayner Delgado debutó con doble y sencillo, Aderlin Rodríguez conectó dos hits, y Stewart Berroa y Ángel Genao sumaron un imparable cada uno.
Del lado visitante, Carlos Franco encendió la esperanza en el octavo con un cuadrangular de dos carreras que acercó a los Gigantes 4-3. También aportaron Kevin Gutiérrez con un doble, y Gary Sánchez, Cooper Johnson y Carlos Jorge con un sencillo cada uno.
Las acciones comenzaron movidas desde la quinta entrada, cuando los Gigantes rompieron el hielo: Wilmer Difó recibió base por bolas, avanzó con hit de Johnson y anotó con sencillo de Carlos Jorge. Parecía el inicio de una noche cómoda para los visitantes, pero la historia cambió pronto.
El sexto inning trajo el rugido aguilucho. Con dos outs y las bases congestionadas, el emergente Rodríguez sacudió su batazo decisivo, un misil que limpió las almohadillas y levantó a todo el estadio. Fue, sin duda, el momento del partido.
En la octava, los Gigantes respondieron con el jonrón de Franco, pero la defensa y el relevo aguilucho cerraron filas. El noveno inning fue una muestra de control: Bigge no permitió libertades y selló la victoria con autoridad.
Con este triunfo, las Águilas comienzan la temporada con buen pie y envían un mensaje claro: quieren volver a pelear por la corona. El equipo viaja este jueves a La Romana para medirse a los Toros del Este en el estadio Francisco Micheli, mientras los Gigantes buscarán recuperar terreno en casa.
El béisbol invernal dominicano arrancó con emoción, buen pitcheo y una historia que ya tiene su primer héroe: Alberto Rodríguez, el emergente que encendió la chispa de las Águilas en la noche inaugural.