Productos agrícolas hechos con sargazo ya se venden en el mercado local
Santo Domingo. Hace un año, República Dominicana dio un paso que pocos creían posible: convertir el sargazo, esa alga que invade nuestras playas cada año, en productos útiles para el campo. La hazaña la logró SOS Biotech, una empresa dominico-española que puso en marcha la primera biorefinería de sargazo del país, ubicada en la zona Este.
Desde entonces, el sargazo dejó de ser solo un problema ambiental para convertirse en materia prima de una nueva industria. De esa iniciativa nacieron tres productos: Marine Symbiotic, Marine Blossom y Marine Soil, todos elaborados 100 % con sargazo recolectado en costas dominicanas. Son fertilizantes y bioestimulantes que ya se están usando en fincas locales.
La clave del éxito ha sido la alianza entre SOS Carbon, que se encarga de recoger el sargazo de forma sostenible, y SOS Biotech, que lo transforma en soluciones para el agro. En apenas doce meses, los productos han ganado terreno en el mercado nacional y cada vez más agricultores los están probando.
Este primer aniversario llega justo cuando el tema del sargazo está en el centro del debate internacional. En septiembre, el presidente Luis Abinader alzó la voz en la Semana del Clima de Nueva York, pidiendo a la comunidad global que reconozca el sargazo como una emergencia regional. Dijo que ya no es una anomalía, sino una amenaza seria para las costas, la economía y la salud ambiental del Caribe.
Abinader también insistió en que este problema puede convertirse en una oportunidad de desarrollo sostenible, si se apoya con financiamiento, tecnología y cooperación real.
Mientras tanto, en Bruselas se celebra esta semana la Tercera Conferencia UE–Caribe sobre el Sargazo, donde se discuten formas prácticas de enfrentar el fenómeno. El evento reúne gobiernos, científicos, bancos y empresas para buscar soluciones escalables y modelos de colaboración entre Europa y el Caribe.
La historia del sargazo en RD ya no es solo la de una lucha contra una plaga marina. Es también la historia de cómo la ciencia, la innovación y el trabajo conjunto pueden convertir una crisis en una oportunidad. Con su biorefinería operando y productos en el mercado, el país se posiciona como referente regional en el manejo del sargazo.
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